Declaración con motivo de la entrada en vigor del TPAN

El 22 de enero, el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, emitió una declaración que celebra la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN). Afirmando el legado de acción de la organización hacia un mundo libre de armas nucleares, pide una mayor solidaridad mundial para lograr este objetivo y un cambio en el enfoque de la seguridad centrada en los Estados por una seguridad centrada en las personas.

Tres mujeres hablando, y en el fondo la Cúpula de la bomba atómica
Miembros de la Soka Gakkai realizan una encuesta para la concienciación sobre la paz en Hiroshima, Japón. [© Seikyo Shimbun]

Junto con los miembros de la Soka Gakkai de todo el mundo, celebro la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) el 22 de enero de 2021. Este hecho augura el comienzo del fin de la era nuclear y representa un paso trascendental en el camino hacia la eliminación total de las armas nucleares. Quisiera expresar mi profundo respeto y gratitud a todas las personas que han venido esforzándose durante años con el objetivo compartido de librar al mundo de dichas armas, entre quienes se encuentran hibakusha del mundo, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW, por sus siglas en inglés), la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), así como otros actores de la comunidad internacional de ONG.

La Soka Gakkai ha estado largamente comprometida con la prohibición y la abolición de las armas nucleares, que asume como misión y responsabilidad en la sociedad. Nuestros esfuerzos se inspiran en la proclama enunciada el 8 de setiembre de 1957 por el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, que exhortaba a la abolición de estas armas, condenándolas rotundamente como una amenaza contra el derecho a la vida de las personas del mundo. Toda compartía la determinación del primer presidente de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, que había fallecido en prisión tras librar una lucha por la paz y los derechos humanos, sin doblegarse ante la presión del gobierno militar de Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El legado espiritual de la proclama de Toda fue heredado por Daisaku Ikeda, tercer presidente de la organización, que ha denunciado las armas nucleares como un mal absoluto y ha dedicado su vida a construir los cimientos de una paz duradera. Estamos decididos a seguir trabajando para hacer realidad el compromiso de nuestros presidentes fundadores de librar al mundo de las armas nucleares.

Bajo el liderazgo del presidente Ikeda, los miembros de la Soka Gakkai y de la Soka Gakkai Internacional (SGI) nos hemos consagrado a promover iniciativas ciudadanas para eliminar las armas nucleares, iniciativas impulsadas por la pasión y la energía de jóvenes líderes del mañana. Estos esfuerzos sostenidos, enfocados en el diálogo de persona a persona, incluyen la organización de exposiciones y simposios antinucleares, campañas para recopilar firmas y la publicación de testimonios de supervivientes de las bombas atómicas. La SGI ha colaborado activamente con otras ONG, los actores de la sociedad civil y las organizaciones de inspiración religiosa (OIR) de todo el mundo con la voluntad de trabajar en pos de este objetivo común. La entrada en vigor del TPAN es la culminación de la larga y perseverante lucha de ciudadanos del mundo que se han unido en solidaridad. Tenemos la esperanza y la convicción de que esto representará un importante hito en la senda hacia la abolición nuclear.

La paz y la seguridad globales se ven ante amenazas multifacéticas y complejas. Como ha reiterado el presidente de la SGI Daisaku Ikeda en sus propuestas de paz anuales, el mundo debe reemplazar el enfoque tradicional de la seguridad nacional, centrada en los Estados, por una seguridad más esencial, centrada en proteger la vida y la dignidad de las personas. Desde esta perspectiva, resulta evidente que la prohibición y abolición de las armas nucleares de este mundo es el camino más certero y realista hacia la seguridad duradera para la humanidad.

La Soka Gakkai siempre ha estado comprometida con las personas. Japón es el único país que ha sufrido el empleo de armas nucleares en tiempos de guerra. Por ello expresamos nuestro ferviente deseo de que Japón asista como observador a la primera reunión de los Estados Partes del TPAN, con vistas a hacer posible su ratificación del tratado. Japón debería desempeñar un papel destacado en el avance de la prohibición y la abolición de estas armas tendiendo puentes para superar la profunda división actual entre los Estados poseedores o dependientes de armas nucleares y los Estados sin armas nucleares.

El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares representa una visión pragmática para alcanzar un mundo libre de armas nucleares. A la par del establecimiento legal e institucional del tratado, es importante que su espíritu y visión tengan amplia difusión y acogida entre el público en general. Esta ardua tarea debe ser impulsada sostenidamente por la esperanza y la fe en el poder de las personas.

La entrada en vigor del TPAN es la oportunidad de redoblar nuestros esfuerzos en la construcción de una unión solidaria con personas de todo el orbe que buscan hacer realidad un mundo sin armas nucleares. Como herederos del legado espiritual de los tres presidentes fundadores de nuestra organización, los miembros de la Soka Gakkai continuaremos tomando acciones y entablando diálogos con la meta de construir las “defensas de la paz” en el corazón de las personas.