Parte 2: La revolución humana
Capítulo 16: El budismo se centra en la victoria [16.4]
16.4 Triunfar hoy sobre nosotros mismos
En relación con el principio de la autodisciplina, que el historiador británico Arnold J. Toynbee recalca en su diálogo con Daisaku Ikeda, este explica que el fundamento de la revolución humana es la victoria de cada persona sobre sí misma, y que este proceso es el factor clave para la transformación de la sociedad y, en definitiva, de la historia humana.
Un punto que el profesor Toynbee observó en nuestro diálogo Elige la vida fue el principio de la autodisciplina, el dominio de la propia vida que, en última instancia, significa triunfar sobre nosotros mismos. Para ello, debemos trascender el yo inferior, dominado por el egoísmo, y basarnos en el yo superior, orientado a procurar la felicidad y el bienestar de los semejantes.
La aguda reflexión del profesor Toynbee —uno de los historiadores más destacados del siglo xx— fue que la autodisciplina era indispensable para resolver las crisis que aquejaban a la humanidad. Su forma de plantear el dominio de la propia vida coincide con lo que, en la Soka Gakkai, llamamos revolución humana.
Dijo: «[…]La pugna interior por dominarse es un acto personal de cada individuo».1 La victoria interior de cada persona conducirá a un desarrollo positivo de la sociedad y, con el tiempo, cambiará incluso el rumbo de la historia.
¿Cuál será la clave para triunfar en el nuevo escenario del siglo xxi? Que cada uno, este día de hoy, triunfe sobre sí mismo; que cada uno, este día de hoy, mejore como persona. Grabemos este pensamiento en nuestro corazón.
La fe es la fuente de una fortaleza ilimitada; la religión es la tierra en la cual germina la cultura; la Ley Mística es el manantial de la felicidad. Nuestra práctica budista nos da la fortaleza para vivir, crecer y vencer; para superar todo tipo de karma adverso.
El budismo Nichiren no utiliza a las personas como medio para concretar un fin. Las empodera para que se yerguen con valor en toda su estatura, triunfen sobre sus propias debilidades y compartan la alegría de este crecimiento con los demás. Esta es la forma correcta de práctica budista que se sigue en la Soka Gakkai.
El progreso científico, por supuesto, es importante. Como lo son los negocios, la política y la educación. Pero hay algo más importante que eso, y es la vida. El cambio interior es el fundamento de todo. Es lo que enseñaron tanto Shakyamuni como Nichiren Daishonin.
Este último expuso la Ley primordial que permea la vida y el universo. Mostró un camino para que todas las personas pudieran cultivar su amor compasivo y disfrutar de paz y felicidad.
La ley suprema de la vida y del universo es la Ley Mística; y todos ustedes, quienes la practican, son tesoros del mundo.
La ley de causa y efecto que expone el budismo es inexorable. Por lo tanto, tengan la seguridad de que todas las personas que se dedican a la Ley Mística serán líderes sobresalientes en existencia tras existencia; gozarán de salud, riqueza y atractivo, contribuirán a la sociedad, serán elogiados y admirados por sus semejantes, y construirán vidas de profunda plenitud.
Del discurso en la reunión ejecutiva de líderes de Hong Kong y Macao, en Hong Kong, el 4 de diciembre de 2000.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1TOYNBEE, Arnold y Daisaku IKEDA: Elige la vida, Buenos Aires: Emecé Editores S.A., 2002, pág. 353.