Parte 2: La revolución humana
Capítulo 20: Aliento para los jóvenes [20.17]

En La nueva revolución humana, Shin’ichi Yamamoto —personaje que representa al presidente Ikeda—, conversa con unos jóvenes durante un viaje a Italia, en junio de 1981, y comparte algunos pensamientos sobre el matrimonio.

—Por supuesto, la cuestión del casamiento es una elección personal —dijo Shin’ichi—, pero debemos reconocer que, a menudo, la gente joven no tiene mucha experiencia en la vida y aún está en proceso de adquirir madurez. Por eso es importante pedir consejo a los padres y a gente de mayor edad que conozcan, de manera tal que, cuando decidan casarse, las personas que están a su alrededor celebren su decisión.

»El matrimonio es el compromiso de compartir juntos, en lo sucesivo, dichas y pesares. Nunca sabemos qué nos deparará el destino o qué situaciones o problemas nos esperan en el futuro. Por supuesto, para que una pareja supere estos escollos, es menester que exista confianza entre ambos y que cada uno cuide y valore al otro. Pero también es importante que avancen con un propósito en común, basados en una filosofía en común y creencias fundamentales.

»Si ambos son practicantes del budismo Nichiren, espero que procuren construir una relación de mutua inspiración y apoyo, que les permitan profundizar la fe y enriquecer la personalidad del uno y el otro.

»Si inician un vínculo afectivo que los lleva a distanciarse de la organización, a perder la alegría de practicar o a dejar de crecer como personas, ustedes mismos sufrirán.

El budismo Nichiren nos empodera para remontar las olas embravecidas de la vida. El camino para construir una felicidad indestructible se encuentra en la primera línea de las actividades de la Soka Gakkai. Nuestra diligente labor por el kosen-rufu nos da una buena fortuna de valor incalculable, y cada paso que avanzamos por esa senda nos conduce a transformar nuestro karma y a acceder a una vida de júbilo y de bienestar. Por eso, Shin’ichi recalcaba a los jóvenes que nunca dejaran que se extinguiera la llama de su fe.

—En los últimos años —prosiguió—, parece haber crecido la tendencia global a que los matrimonios terminen rápidamente en un divorcio.

»Pero si uno de ambos se esfuerza con asiduidad en su práctica, renueva su determinación en la fe y trata de buscar soluciones junto con su pareja, estoy convencido de que en muchos casos, la pareja podrá salir adelante y superar las dificultades con sabiduría. En cualquier caso, la clave está en tener firme fe.

»El propósito de nuestra práctica budista yace en aspirar a vivir de manera positiva, ser felices e iluminar la sociedad con una luz de esperanza.

»Con dicho fin, les pido que nutran los vínculos con su pareja, formen buenas familias, cosechen la confianza y el respeto de quienes los rodean y sean personas que puedan mostrar la grandeza del budismo Nichiren.

Del capítulo «Campanadas del amanecer», volumen 30 de La nueva revolución humana.