Parte 2: La revolución humana
Capítulo 13: Fe para la armonía familiar [13.3]

13.3 El corazón del budismo yace en ser respetuosos y agradecidos con sus padres

El presidente Ikeda alentó a una miembro de la División Juvenil Femenina preocupada por el rechazo de su padre a practicar el budismo Nichiren, diciéndole que esa reticencia era, en realidad, una muestra de benevolencia paterna, ya que de ese modo él estaba enseñándole a ejercitar su amor compasivo. En los siguientes pasajes, alienta cálidamente a otros miembros en situaciones similares, pidiéndoles que sean abiertos y tolerantes, que respeten a sus padres y sean buenos hijos.

Estoy seguro de que, en las familias de muchos de ustedes, habrá personas que no practican el budismo Nichiren. Pero no tienen por qué preocuparse o volverse impacientes. Cuando uno, individualmente, se pone de pie con fe genuina, puede guiar a sus seres queridos por el camino de la felicidad eterna. Así de ilimitado es el poder de la Ley Mística.

Cuando el sol se eleva, ilumina todo lo que existe sobre la tierra. Cuando, de noche, se enciende un faro, puede guiar a puerto seguro a numerosos barcos. Y cuando en una familia alguien es un firme pilar, todos los integrantes pueden estar a buen resguardo y tranquilos.

Ustedes son soles que brillan e iluminan de felicidad a los demás. Son faros que guían a otras personas al logro de la budeidad; son sólidos pilares de buena fortuna y beneficios que hacen feliz a su familia. Los que han entablado una relación con el budismo en algún momento lo aceptarán y empezarán a practicarlo. Les pido que vivan siempre con actitud positiva y alegre, acogiendo a quienes los rodean con corazón abierto, amplio y humano.

En una carta dirigida al joven Nanjo Tokimitsu, Nichiren Daishonin afirma que si uno quiere dar algo bello a sus padres y no tiene nada valioso, puede regalarles una sonrisa dos o tres veces al día.1

A los padres los hace felices ver sonreír a sus hijos. Sienten que sus corazones son iluminados con los rayos del sol. La postura que enseña el budismo es ser respetuosos y agradecidos con nuestros padres. Nada los hace más dichosos que el afecto y la consideración de sus hijos; verlos convertidos en excelentes adultos los llena de alegría y de orgullo. A tal punto que se mostrarán dispuestos a escuchar cualquier sugerencia.

En cambio, si cada vez que se ven les insisten en que practiquen el budismo, o les hacen saber que ustedes sufren por su reticencia, puede que se sientan resentidos o tristes por ese hecho.

Es natural que ustedes oren sinceramente con el objetivo de que sus padres logren la budeidad, pero también espero que los traten siempre con sabiduría, afecto y sentido común. La mejor forma de transmitir el budismo a sus seres queridos es mostrarles cuánto han crecido como personas. Ese es el camino para incrementar la buena fortuna y los beneficios de su familia y de ustedes mismos.

Del discurso pronunciado en la reunión general de la SGI, en Francia, el 16 de junio de 1991.

La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Véase The four virtues and the four debts of gratitude (Las cuatro virtudes y las cuatro deudas de gratitude), en The Writings of Nichiren Daishonin, vol. 2, Tokio: Soka Gakkai, 2006, pág. 636.