Parte 1: La felicidad; Capítulo 2:
Cultivar un estado de vida feliz [2.3]
2.3 El estado de vida de quienes practican la Ley Mística
El presidente Ikeda, tras describir tres cualidades o características de los practicantes del budismo Nichiren, nos exhorta a ser personas valientes y a vivir en la órbita de la esperanza, mientras establecemos un estado de vida que nos permite sentir alegría en todas las situaciones.
¿Qué distingue el estado de vida de los auténticos practicantes del budismo Nichiren?
Ante todo, la ausencia de temor, que les permite afrontar todo sin alterarse y sin miedo.
En la sociedad abundan las mentiras y el engaño. Es un despropósito dar cabida a este tipo de cosas que solo están al servicio de nuestra desdicha. La Ley Mística y el budismo Nichiren son lo opuesto a la falsedad, no contienen ni la menor traza de mentira. Siendo así, el curso más sabio es dedicar la vida a la propagación amplia y universal de esa Ley y al kosen-rufu.
Debido a nuestra fe en este budismo, puede que algunas personas, ocasionalmente, nos traten mal. Y también es cierto que, por nuestro compromiso, trabajamos mucho más que el común de la gente. Pero todo eso es parte de la práctica.
El Daishonin nos enseña que podemos lograr la iluminación en esta existencia. Esto implica sobrellevar el asedio de los tres obstáculos y los cuatro demonios.1 Pero si somos capaces de perseverar en este contexto, no solo vamos a disfrutar de un estado iluminado en esta existencia sino, también, experimentar la budeidad ilimitada a lo largo del eterno futuro. Por eso necesitamos sostener la marcha intrépidamente, con valentía y actitud positiva, pase lo que pase.
La segunda característica es vivir con esperanza imbatible, ya que esta es una fuerza de poder incalculable. Y la Ley Mística nos permite generarla a cada momento. Las personas que nunca pierden la esperanza, ocurra lo que ocurra, son felices de verdad.
La tercera característica es un estado de vida que nos permita sentir alegría en todas las ocasiones. Es decir, experimentar un júbilo tan grande que, en el momento de la muerte, podamos decir con una sonrisa sincera: «¡Qué vida hermosa ha sido la mía! Ahora, ¿adónde quiero pasar la existencia siguiente?». Esa es la postura de vida de un auténtico practicante de este budismo.
La práctica budista nos permite establecer un estado de vida elevado, en que podamos gozar de todos los aspectos de la existencia. Como afirma el Daishonin, la fe en la Ley Mística es «la mayor de todas las alegrías».2
Del discurso pronunciado en un encuentro con representantes de la región de Chubu, en Aichi, el 26 de mayo de 1997.
La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversos obstáculos e impedimentos que buscan obstruir la práctica del budismo. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos; 2) el obstáculo del karma; 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes; 2) el de los deseos mundanos; 3) el de la muerte; y 4) el del Rey Demonio.
- *2The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), trad. ingl. Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 212.