Parte 1: La felicidad; Capítulo 2:
Cultivar un estado de vida feliz [2.4]
2.4 Lo que determina nuestra felicidad es nuestro estado de vida interior
La felicidad no está determinada por nuestras circunstancias; antes bien, es algo que cada uno de nosotros construye con su condición de vida interior. Así pues, el budismo Nichiren nos enseña la forma de elevar nuestro estado de vida.
El poeta inglés John Milton escribió: «La mente es su propio reino; puede, por sí sola, hacer un infierno del cielo y un cielo, del infierno».1 Estas palabras, fruto de la profunda introspección del poeta, tienen mucho en común con la enseñanza budista sobre los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital».2
Nuestro estado interior es lo único que determina cómo vemos el mundo y cómo percibimos nuestra vida. Nichiren Daishonin escribe: «[L]as entidades hambrientas perciben el río Ganges como fuego, y los seres humanos, como agua; a su vez, las deidades celestiales lo ven como amrita.3 Aunque el agua es la misma, tiene una apariencia distinta según la retribución kármica originada en el pasado».4
El término «retribución kármica del pasado» se refiere a nuestro estado de vida actual, resultado de las causas o acciones anteriores creadas mediante nuestras propias palabras, pensamientos y actos. El estado de vida determina nuestro enfoque del mundo externo y nuestros sentimientos hacia la realidad.
Las mismas circunstancias pueden ser vividas con inmensa dicha por algunos o como un terrible infortunio por otros. Y así como hay personas que aman el lugar donde viven y lo consideran el mejor del mundo, otros lo detestan y constantemente piensan en buscar la dicha en algún otro sitio.
El budismo Nichiren nos permite elevar nuestro estado de vida interior y, de esa manera, establecer una existencia auténticamente feliz en el nivel personal y una sociedad próspera. Dicha filosofía condensa el gran principio de los «tres mil aspectos reales contenidos en cada instante vital»,5 que nos permite convertir el lugar donde vivimos en una Tierra de la Luz Tranquila.6
Por otro lado, la buena fortuna, los beneficios y la alegría que obtenemos al vivir en sintonía con la Ley eterna [de Nam-myoho-renge-kyo] no son estados temporales. Así como los árboles suman anillos de crecimiento a medida que pasan los años, nuestra vida acumula una clase de buena fortuna que prevalece a través de las tres existencias del pasado, presente y futuro. En cambio, la fama mundana y la riqueza, los pasatiempos y otro tipo de diversiones frívolas —por mucho entusiasmo o satisfacción que brinden durante un tiempo— son efímeras e intrascendentes.
Del discurso pronunciado en una reunión general de la prefectura de Wakayama, en la localidad homónima, el 24 de marzo de 1988.
La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1MILTON, John: Paradise Lost (El paraíso perdido), edit. Christopher Ricks, Londres: Penguin Books, 1989, pág. 12.
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*2Tres mil aspectos contenidos en cada instante vital (en jap.: ichinen sanzen): Doctrina desarrollada por el gran maestro T’ien-t’ai de la China y basada en el Sutra del loto. Los «tres mil aspectos» indican los aspectos y fases variables que adopta la vida a cada momento. A cada instante, la vida manifiesta alguno de los diez estados. Cada uno de estos diez estados posee en sí mismo el potencial de los diez, lo cual da un total de cien estados posibles. Cada uno de estos cien estados posee los diez factores y opera dentro de cada uno de los tres planos de la existencia, totalizando tres mil aspectos. En otras palabras, todos los fenómenos están contenidos en cada instante vital, y cada instante vital impregna los tres mil estados de la existencia; es decir, la totalidad del mundo fenoménico.
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*3Amrita: Líquido legendario, similar a la ambrosía. En la antigua India, se la consideraba el dulce néctar de las deidades. En la China, se decía que llovía amrita de los cielos cuando se establecía la paz sobre la tierra. Se cree que otorga la inmortalidad y borra los sufrimientos. El término amrita significa, literalmente, «inmortalidad» y se lo suele traducir como «dulce rocío».
- *4Respuesta al sacerdote laico Soya, en Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 509.
- *5Tres mil aspectos reales contenidos en cada instante vital: La doctrina de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, que es la enseñanza fundamental para el logro de la iluminación, se clasifica en dos elementos: el principio teórico y la verdadera corporificación de dicho principio. Se los denomina, respectivamente, «tres mil aspectos teóricos contenidos en cada instante vital» y «tres mil aspectos reales contenidos en cada instante vital». El principio teórico se basa en la enseñanza teórica (primera mitad) del Sutra del loto, mientras que el principio real se revela en la enseñanza esencial (última mitad) de dicho sutra. Sin embargo, en el Último Día de la Ley, ambos son teóricos, y la Ley de Nam-myoho-renge-kyo revelada por Nichiren Daishonin es la enseñanza real de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital.
- *6Tierra de la Luz Tranquila: También llamada Tierra de la Luz Eternamente Tranquila. Tierra de Buda, donde no hay impurezas ni rige la transitoriedad. En muchos sutras, el mundo saha donde habitan los seres humanos se describe como una tierra impura, colmada de sufrimientos y de ilusiones, mientras que la tierra de Buda se describe como un lugar puro, donde no hay padecimientos ni ignorancia, separado del mundo saha real. Con todo, el Sutra del loto revela que el mundo saha es la tierra de Buda o «Tierra de la Luz Tranquila», y explica que la naturaleza de una tierra o lugar físico está determinada por la mente o corazón de sus habitantes.