Parte 2: La revolución humana
Capítulo 20: Aliento para los jóvenes [20.5]
20.5 Siempre miren hacia el futuro
El presidente Ikeda subraya la importancia de vivir con un espíritu fuerte, positivo y orientado al futuro en la juventud, etapa para sentar las bases de la vida.
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche escribió: «¡Que a partir de hoy sea tu honor / no de dónde vienes / sino el lugar al que aspiras llegar! ¡Que sea tu honor, tu voluntad y el paso que das hacia adelante buscando ir más allá de tí mismo!».1
¡El mensaje que nos transmite es que todo empieza ahora, en este mismo instante! ¡Siempre miren hacia el futuro! El budismo también enseña la actitud de enfocarnos en el presente y el futuro.
Una vida significativa —en particular, una juventud valiosa— no se construye centrado en el pasado, sino pensando cómo vivir de hoy en adelante. Esa postura positiva y progresista es la clave para adquirir grandeza y triunfar.
Lo que caracteriza a la juventud es la aspiración continua a superarse, el afán de llegar más lejos.
El presidente Toda exhortaba a los jóvenes a «esforzarse constantemente por mejorar, ser cada vez más cultos y dignos, y establecer un sentido de la identidad más amplio y abarcador».2 ¡Fórjense! Ese fue su mensaje para la juventud. También solía alentarnos a leer libros y a ponernos a analizar las cosas con detenimiento.
Ustedes son los futuros líderes de la sociedad y del kosen-rufu. Por eso necesitan pensar con profundidad y esforzarse como nadie. Espero que tomen la iniciativa para empeñarse en lo que sea y estudiar con motivación seria.
Cuando asumen esta clase de postura, sus ojos brillarán y se sentirán plenos y satisfechos. Por el contrario, si intentan esquivar el trabajo duro, perderán vitalidad y frescura juvenil.
Por mi parte sigo desafiándome, siempre accionando y buscando el diálogo en cada oportunidad, con la determinación de hacer en un día lo que podría en una semana o en un mes. Lo hago por ustedes, por mis camaradas del kosen-rufu. Nunca olvido este principio rector.
Quien no se esfuerza por mejorar se estanca y, a la larga, termina causando su fracaso personal.
Hay quienes salen airosos de cada circunstancia a fuerza de astucia y habilidad, pero no buscan trabajar por su propio crecimiento y desarrollo. Los años finales de estas personas suelen ser vacíos y tristes; terminan reprochándose a sí mismos por todo lo que no hicieron y quieren volver a ser jóvenes para no repetir sus errores.
Hay un momento para todo. Considero que es muy desafortunado quien, en sus años de juventud, cuenta con toda clase de comodidades materiales y la libertad de hacer lo que quiere. Es importante que, en esta etapa, cultiven su fortaleza interior y se desarrollen como personas. Con esta base firme, naturalmente florecerán cuando llegue la culminación de su vida, y gozarán de recompensas materiales y espirituales. Ese es el camino correcto en la vida.
Del discurso durante la reunión general de jóvenes por la paz de la región de Chugoku, en Tokio, el 7 de mayo de 1995.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.