Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 22: La misión y el juramento de los Bodisatvas de la Tierra [22.4]
22.4 Una fe autónoma, imbuida del juramento de lograr el kosen-rufu
Este apartado reproduce una escena de la novela La nueva revolución humana, en que el protagonista, Shin’ichi Yamamoto (alter ego del presidente Ikeda) prepara una conferencia sobre un escrito de Nichiren Daishonin titulado El verdadero aspecto de todos los fenómenos. Esta disertación, publicada en el Seikyo Shimbun a comienzos de 1977 —«Año del estudio» para la Soka Gakkai—, destaca que la característica fundamental de los Bodisatvas de la Tierra es la fe autónoma, nutrida por el juramento de lograr el kosen-rufu.
Shin’ichi escribió:
«Porque somos Bodisatvas de la Tierra,1 y discípulos originales de Nichiren Daishonin desde el remoto pasado, hemos aparecido en el gran escenario del kosen-rufu en el Último Día de la Ley. Tenemos una profunda misión y estamos directamente unidos al Daishonin. Cuando realmente afrontamos los problemas y retos, entonamos Nam-myoho-renge-kyo y nos esforzamos basados en un gran sentido de responsabilidad por el kosen-rufu, el estado de budeidad y de Nam-myoho-renge-kyo corporificado por el Daishonin no puede dejar de manifestarse en nuestra vida. He vivido siempre basado en esta convicción, incluso en momentos en que no tenía a nadie a quien pedir ayuda, o en que debía decidir por mí mismo qué hacer y arremeter hacia delante».
Shin’ichi tenía la firme certeza, inamovible como el monte Fuji, de que la Soka Gakkai siempre había transitado el camino de la fe en relación directa con Nichiren Daishonin.
Continuó profundizando en la verdadera naturaleza de los Bodisatvas de la Tierra:
«La característica que distingue a los bodisatvas es su juramento. Su promesa consiste en propagar el Sutra del loto. Por eso es importante que entonemos Nam-myoho-renge-kyo con este compromiso de lograr el kosen-rufu y que decidamos firmemente a ayudar a las personas que se encuentran en nuestro alrededor a ser auténticamente felices. Desde un punto de vista estricto, hacer daimoku sin ese compromiso no es la oración de los Bodisatvas de la Tierra».
En el juramento del kosen-rufu vibra la pujante vitalidad del Buda, que puede vencer todas las funciones negativas.
El deseo de Shin’ichi era que cada uno de los miembros gozara de grandes beneficios, que superaran la enfermedad, el problema económico y todas sus otras dificultades para ser genuinamente felices. Pero para poder revertir la adversidad, su oración debía estar imbuida de esa promesa en pos del kosen-rufu.
Todas las personas tienen problemas y sufrimientos. Para superarlos, es importante que el kosen-rufu sea siempre la motivación de todos los esfuerzos. Por ejemplo, si alguien está desafiándose para superar alguna dolencia, obtendrá un impulso extraordinario para recuperarse en la medida en que decida curarse y recobrar la vitalidad para poder luchar libremente por el kosen-rufu y demostrar a otros la validez del budismo Nichiren.
Por supuesto, el solo hecho de entonar Nam-myoho-renge-kyo produce beneficios. Pero cuando uno ora decidido a superar la enfermedad con un profundo sentido de misión en bien del kosen-rufu, pone en marcha los engranajes de una transformación interna fundamental del estado de vida y del karma. Cuando hacemos daimoku sinceramente basados en el juramento de lograr el kosen-rufu, se manifiesta en nosotros el noble estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra, comienza a latir en nuestro ser el estado vital iluminado de Nichiren Daishonin, que nos permite desplegar nuestra budeidad innata. Es una revolución en el estado vital, que torna posible la modificación radical del karma.
Además, cuando oramos para encontrar el modo de transmitir a otras personas el budismo y de cumplir nuestra meta por el kosen-rufu, ya está expresando el estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra. Y son esos esfuerzos los que permiten superar y resolver también los sufrimientos personales.
Cuando el brillante sol del noble estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra se eleva en nuestro fuero interno, disipa la oscuridad de los sufrimientos y nos permite recorrer con valentía y audacia el camino seguro a la felicidad.
Shin’ichi analizó el pasaje: «Al principio, solo Nichiren recitó Nam-myoho-renge-kyo, pero luego lo siguieron dos, tres y cien más, que lo entonaron y enseñaron a otros»,2 para recalcar la importancia de una fe valiente, que no dependa de nadie.
Dijo:
—En cualquier época, la postura de levantarse solo, por motivación propia, es y será un principio fundamental del kosen-rufu. Tanto Nichiren Daishonin como los presidentes Makiguchi y Toda se pusieron de pie por propia voluntad. Este es el espíritu del budismo y es el corazón de los campeones de la Soka.
»Levantarse solo, en términos prácticos, significa asumir totalmente la misión de propagar la Ley Mística, en cada lugar en que uno se desempeña, incluso en el hogar como en el vecindario.
»Todos tenemos un círculo de relaciones únicas y propias: con familiares, conocidos, amigos y otros vínculos. Desde la perspectiva de la Ley Mística, esos vínculos constituyen el verdadero ámbito de nuestra misión; cada una de esas personas tiene una profunda relación kármica con nosotros. Cada uno tiene la responsabilidad y la capacidad necesaria para propagar la Ley Mística en su propio lugar.
»Y por eso es tan importante desarrollar la autonomía. Uno mismo tiene que comprender que está en ese lugar como emisario de Nichiren Daishonin. La misión de los Bodisatvas de la Tierra yace en levantarse solo y activar en sus respectivos campos de acción. Nunca olviden que el kosen-rufu solo se puede lograr de esta manera.
Propagar la filosofía del budismo Nichiren en nuestro entorno inmediato es una labor sumamente difícil; de nada sirven las presunciones o las apariencias. Justamente porque nuestros seres queridos conocen todo acerca de nosotros, con ellos no es posible fingir. La única forma de convencer es tratar de ser cada vez mejor persona, proceder con sinceridad e integridad, perseverancia y pasión, dando pruebas visibles de la transformación que se logra a través de la fe. En este tipo de empeño yace la verdadera esencia de la práctica budista.
Del capítulo «Protección», del volumen 24 de La nueva revolución humana.
Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Bodisatvas de la Tierra: Hueste inmensurable de bodisatvas que irrumpen del seno de la tierra y a quienes el buda Shakyamuni confía la propagación de la Ley Mística o esencia del Sutra del loto en el Último Día de la Ley.
- *2El verdadero aspecto de todos los fenómenos, en Los Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 406.