Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 26: Líderes que guían a los demás a la felicidad [26.1]
26.1 Una revolución en el liderazgo
El propósito de la Soka Gakkai y del kosen-rufu es permitir a todas las personas vivir con satisfacción y regocijo. A través de la intachable conducción del presidente Ikeda y del compromiso por ayudar a la gente a ser feliz, la Soka Gakkai ha podido superar todos los obstáculos, y ha perseverado hasta hacer posible la actual alborada del kosen-rufu mundial.
Este capítulo se centra en la filosofía del liderazgo del presidente Ikeda, que constituye una eterna guía para todos los responsables de la Soka Gakkai.
En el primer apartado, el presidente Ikeda enuncia los ideales de liderazgo de sus predecesores, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda. Luego, explica que los líderes de la Soka Gakkai son personas que siempre respetan y alientan a los demás, y trabajan por la felicidad de los miembros. Esa clase de responsables personifican una revolución en el liderazgo.
En cada sociedad y lugar, ustedes están dedicando voluntariamente su tiempo y energía a hacer daimoku y a trabajar por la dicha de nuestros camaradas, para apoyarlos y alentarlos con sincero cuidado y afecto. Sus acciones se equiparan a las de grandes bodisatvas; su espíritu es el de nobles budas.
Nichiren Daishonin cita estas palabras: «Cuanto más verdadera es la enseñanza, más bajo es el nivel [de aquellos a quienes puede guiar a la iluminación]1».2 En otras palabras, cuanto más correcta es una enseñanza budista, mayor es el número de personas a quienes puede guiar a la felicidad. Si aplicamos este principio a los líderes de nuestras iniciativas para propagar la enseñanza, podemos interpretar que cuanto más profunda es su fe, más respetan a sus compañeros de práctica y más trabajan para ayudar a la mayor cantidad de individuos a ser dichosos.
En vista de la ley de causa y efecto, la buena fortuna que acumulamos con nuestra dedicación a cuidar y forjar a otros se traducirá en un estado de vida que nos permitirá ser protegidos y apoyados por muchísimas personas, en esta y en futuras existencias. Nuestra práctica budista de hoy es la causa para que seamos grandes líderes en existencia tras existencia.
En su obra Soka Kyoikugaku Taikei (El sistema pedagógico de la creación de valores), nuestro fundador Tsunesaburo Makiguchi invitó a emprender una revolución en el liderazgo. Allí, insistía en que debíamos poner fin a una era en que los dirigentes usaban a la gente como medio para perpetuar su poder personal. También planteaba la necesidad de crear una nueva corriente de líderes que dediquen su vida a trabajar por la felicidad de los semejantes.
Los individuos en posición de responsabilidad jamás deben considerarse a sí mismos por encima de los demás. Y, por supuesto, jamás deben menospreciar a la gente ni creerse especiales. Uno se encamina a ser un gran líder solo cuando decide trabajar codo a codo con el resto de las personas, respetarlas y aprender de todos con humildad. Estos eran los principios clave del liderazgo para el señor Makiguchi.
¿Están los dirigentes actuando por la felicidad de los miembros y del kosen-rufu, o están usando a la organización y a los compañeros con fines egoístas? Aunque nadie pueda ver su tendencia interna, esta determinará una enorme diferencia en los resultados que obtendrán.
Mi maestro, el señor Toda, expresó una vez:
Todos los que hoy se han reunido aquí son líderes de la Soka Gakkai. Estoy seguro de que, además de esforzarse por su bienestar personal, están decididos a extender este beneficio a las personas que tienen bajo su responsabilidad.
Que uno mismo sea feliz no es nada difícil; de hecho, es una tarea sencilla. Pero la esencia del budismo Nichiren yace en ayudar a los demás a serlo en la misma medida. Solo cuando oran sinceramente al Gohonzon, fortalecen su fe y se dedican con abnegación a la práctica budista pueden guiar y conducir a otros de verdad.3
Espero que los responsables de nuestro movimiento perseveren con el compromiso apasionado de ayudar a los demás a ser felices y a triunfar en la vida.
Es especialmente importante que elogien y alienten a sus camaradas de fe. Jamás pierdan los estribos; nunca reprendan a la gente o le hagan recriminaciones.
Los que alaban a sus compañeros de fe construirán una vida rebosante de buena fortuna, indestructible como los Himalayas, monarca de las cordilleras.
El Daishonin también escribe: «[C]uanto más uno ensalza los beneficios del Sutra del loto, mayores son los beneficios que recibe. Recuerde que los veintiocho capítulos del Sutra del loto contienen solo unos pocos pasajes que elucidan la verdad, pero muchísimas palabras de alabanza».4
Empecemos ofreciendo palabras de reconocimiento. Todos somos seres humanos, y cada tanto experimentamos altibajos emocionales o anímicos. Pero ustedes, que son líderes, procuren siempre empezar cualquier intercambio con un saludo afectuoso, agradeciendo el esfuerzo de los demás. Eso no solo animará a los miembros, sino que elevará su propio estado interior, y envolverá a todos en un oleaje de alegría y de mayores beneficios.
Del discurso pronunciado en una reunión general de la SGI celebrada en los Estados Unidos el 23 de junio de 1996.
Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Extraído del Comentario sobre «Gran concentración e introspección», de Miao-lo.
- *2Sobre los cuatro niveles de la fe y los cinco niveles de la práctica, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 825.
- *3TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1984, vol. 4, pág. 378.
- *4Los beneficios del «Sutra del loto», en END, pág. 706.