Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 31: Una gran ruta hacia la paz mundial [31.3]
31.3 Construir un mundo sin guerras
En los siguientes pasajes de La nueva revolución humana, el protagonista de la novela, Shin’ichi Yamamoto (alter ego del presidente Ikeda), pone de relieve la tendencia negativa de la humanidad a odiar a otros y a lastimar al prójimo, a pesar de que todos desean la felicidad y la paz; y explica la solución. La escena transcurre en octubre de 1962, en plena crisis de los misiles en Cuba, cuando la confrontación entre los Estados Unidos y la Unión Soviética puso al mundo entero al borde de una guerra nuclear.
—Tengo entendido que los miembros han estado planteándoles preguntas (a ustedes, como líderes) sobre la situación en Cuba, y que muchos quieren saber qué va a suceder, o de qué lado está la Soka Gakkai en este conflicto; o si nuestra posición será de apoyo a los EE.UU. o a la URSS… Es una actitud comprensible. La base de nuestra respuesta a este grave problema es nuestra potente oración, con el entendimiento de que la guerra no puede ni debe perpetrarse.
»El mundo en que vivimos está dividido en dos bandos opuestos: Occidente y el bloque oriental. Pero la Soka Gakkai no se inclina políticamente por la derecha ni por la izquierda; no se alinea con los Estados Unidos ni con la Unión Soviética. Nosotros vemos la humanidad como una única familia global. Nuestra posición es guiar a todas las personas en dirección a la paz.
»El conflicto actual no ha hecho más que reafirmar nuestra convicción de que esta época necesita absolutamente la gran filosofía del budismo Nichiren. En los Estados Unidos, en Cuba y en la Unión Soviética, todos anhelan la paz. Cada persona ansía disfrutar de su vida. La gente común y los líderes conscientes del mundo han comenzado a ponderar seriamente qué podemos hacer para eliminar la guerra, cómo resolver el problema de raíz y qué filosofía o marco de pensamiento hace falta para lograr ese propósito.
»Y sin embargo, pese a ese deseo de paz, las naciones sucumben a la desconfianza mutua, al odio y a la hostilidad recíproca. Esta es la realidad de nuestro mundo. ¿Cómo podemos, en estas circunstancias, eliminar toda posibilidad de que se produzca una guerra nuclear? Nuestra filosofía budista propone una solución esencial.
»El budismo Nichiren enseña que todos los seres vivientes son budas. Revela que todos poseen la naturaleza de buda; que el yo y los otros están dotados intrínsecamente del estado de vida de la budeidad. La filosofía de vida del budismo es un magnífico marco de pensamiento que afirma la naturaleza digna y preciada de la vida humana. En la medida en que esta enseñanza se propague ampliamente, podrá obrar como la fuerza más potente para evitar las guerras.
»Además, cualquiera que se esfuerce en esta práctica budista puede activar en su vida el estado de budeidad. De esa manera, es posible controlar las pulsiones dañinas de muerte y destrucción que puedan existir en su mente. El desastre de la guerra nuclear se origina solo en la ignorancia fundamental, la ilusión más profunda intrínseca a la vida.1 Muchos estados bajos y tendencias negativas derivan de esa ignorancia; entre ellos, la desconfianza, el odio, la envidia, el deseo de dominar a otros y el impulso de matar.
»Nam-myoho-renge-kyo tiene el poder de vencer esta ignorancia fundamental y hacer que la luz de la sabiduría verdadera —es decir, la iluminación fundamental o naturaleza de buda innata— alumbre nuestra vida y transforme el odio en amor compasivo; la destrucción, en creación, y el recelo, en confianza. A esto lo llamamos la «revolución humana».
»El preámbulo de la Constitución de la UNESCO comienza con una famosa proclama: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. Es una observación muy importante. Entonces, ¿cómo erigimos baluartes de la paz realmente duraderos?
»El budismo Nichiren hace posible esa construcción; de hecho, es lo que hemos venido haciendo nosotros en la Soka Gakkai. Cuando transmitimos a otros esta grandiosa filosofía, en diálogos de vida a vida, ¿acaso no estamos construyendo baluartes de la paz potentes e inexpugnables en el corazón de una persona tras otra? El camino hacia nuestra meta del kosen-rufu podrá parecer increíblemente largo, pero es la vía más directa para establecer una paz global perdurable.
»A través de transmitir a cada uno de nuestros amigos el gran mensaje budista de paz y de amor compasivo, asegurémonos de que jamás pueda ocurrir una guerra nuclear. Esa es nuestra misión.
Del capítulo «La flor de la cultura», del volumen 7 de La nueva revolución humana.
Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Ignorancia fundamental: La ilusión más hondamente arraigada en la vida, que daría lugar a las otras ilusiones. La oscuridad fundamental denota la incapacidad de ver o de reconocer la verdad, en especial, la verdadera naturaleza de nuestra vida.