Parte 2: La revolución humana
Capítulo 20: Aliento para los jóvenes [20.13]
20.13 El trabajo y la fe son una misma realidad inseparable
El presidente Ikeda se refiere a la actitud con que los jóvenes deben asumir el trabajo como practicantes del budismo Nichiren.
Nichiren Daishonin escribe: «Considere el servicio que presta a su señor feudal como la práctica del Sutra del loto. A esto se refiere la frase “No existe ningún asunto de la vida o del trabajo que contradiga la realidad verdadera en ningún sentido”».1 En otras palabras, debemos considerar que nuestro trabajo es parte de la práctica budista que llevamos a cabo y reconocer que todos los asuntos humanos constituyen una manifestación de la Ley Mística.
Cualquiera sea su empleo o cargo, es importante que extraigan su sabiduría como personas que entonan Nam-myoho-renge-kyo y den lo mejor, con sinceridad, para crear valor de tal manera que generen felicidad para los demás y bienestar para la sociedad. Todo ello es parte de su práctica budista para acumular «tesoros del corazón».2 No hay separación entre el trabajo y la práctica del budismo. Lejos de ello, su fe y las actividades de la Soka Gakkai son la fuente de energía que les permitirá encontrar el sentido más valioso y trascendental a su empleo.
La postura de desafiarnos y superarnos de acuerdo con este pasaje de los escritos del Daishonin es una tradición de la Soka Gakkai que nos enorgullece.
Muchos miembros, en los días pioneros de nuestro movimiento, se vieron sometidos a diversa clase de oposiciones en sus empleos a causa de su fe. Ellos, sin embargo, siguieron trabajando con ahínco tanto en su compromiso laboral como en su dedicación budista, llevando en su corazón la orientación [del señor Toda que dice:] «En la fe, deben dedicar el 100% de sus esfuerzos, pero en el empleo, trabajar por tres». Decididos a que en el ámbito laboral se demuestre la validez de sus creencias, hicieron daimoku seriamente y se esforzaron sin reservas. Sin esquivar las dificultades, oraron con firme determinación, respondieron a las exigencias laborales con integridad y trabajaron más que nadie.
La actitud de un individuo hacia el mundo laboral refleja su postura ante la vida y ante los demás; habla de sus creencias sobre el propósito de la vida. La fe en el budismo Nichiren representa una filosofía de extrema profundidad, fuerza y coherencia.
Cada uno de ustedes posee el propósito supremo e incomparable de contribuir al kosen-rufu, a la paz mundial y a la felicidad de todos los seres humanos. Dar lo mejor en el trabajo cada día, basados en el gran juramento del kosen-rufu, es la postura de «considerar el servicio que presta a su señor feudal como la práctica del Sutra del loto».3 Como jóvenes diligentes, que han abrazado este compromiso, el más grande del mundo, ¡les pido que hagan daimoku con la firme determinación de ser el más sobresaliente en su trabajo, y hacer que el lugar donde llevan a cabo sus ocupaciones sea el mejor del mundo!
La fe se muestra en la capacidad y en la fortaleza del individuo. De tal modo, hagan daimoku con seriedad, estudien a conciencia, perseveren, sean creativos y entusiastas, y vuelquen esa energía juvenil en su sitio de empleo. Eso les dará resultados extraordinarios. Y si las cosas no saliesen como habían esperado, vuelvan a intentar orando y abriendo nuevos horizontes. Eso es, exactamente, lo que he hecho yo.
Sabiendo que había recibido capacitación y enseñanzas del mejor maestro del mundo, mi determinación fue ser el mejor en cualquier labor que me tocara hacer. Oré y me esforcé para mostrar, a través de mi trabajo, la grandeza del señor Toda.
Recuerden que su éxito o fracaso en el ámbito laboral y en la vida no dependen del tamaño de la compañía donde trabajan ni del entorno laboral. Todo depende de ustedes, de su actitud y de su determinación.
De «A mis jóvenes amigos, líderes de una nueva era», publicado en japonés en el Seikyo Shimbun, el 22 de mayo de 2012.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.