Parte 1: La felicidad; Capítulo 3: La práctica para transformar nuestro estado de vida [3.17]
3.17 Hacer daimoku con convicción inquebrantable
El presidente Ikeda responde esta pregunta que le había hecho miembro: «Cuando hace un rato estuvimos haciendo daimoku con usted, sentí que surgía en mí el valiente deseo de hacer realidad mis sueños. ¿Cómo puedo hacer para que ese sentimiento y ese arrojo se manifiesten en mi corazón cada vez que me siente a orar?».
Incluso un solo daimoku puede llegar a todo el universo. Por lo tanto, si lo practicamos en forma realmente sincera y ardiente, el efecto que puede tener es, en verdad, incalculable.
Para dar un ejemplo, las palabras «Te amo» pueden tener una repercusión muy distinta según se digan con profunda intensidad o como un simple gesto formal.
El daimoku que entonamos con el profundo convencimiento de ser entidades de la Ley Mística, o con la determinación de dedicar la vida a propagar esta práctica como emisarios del Buda, infaliblemente provoca una respuesta en el universo y en el Gohonzon. La persona que ora de esta manera podrá, sin duda alguna, cultivar un estado de absoluta libertad interior.
Desde luego, nadie llega a ser un experto de la noche a la mañana en ningún campo. Pero a través de superar obstáculos y más obstáculos, y de ser perseverantes, alcanzamos finalmente cierto grado de maestría.
Lo mismo cabe decir de la fe. Tal vez, por momentos, sintamos que nuestra determinación se debilita o nos consideremos incapaces de triunfar. A veces, cuando las cosas no salen como esperábamos, nos ponemos ansiosos o nos entregamos a diversos temores. Pero lo importante es seguir haciendo daimoku, pase lo que pase. Ya sea que nuestras oraciones sean respondidas de manera inmediata o no, sigamos orando hasta el final, sin albergar ninguna duda en nuestro corazón. Quienes mantienen este tipo de fe podrán, con el tiempo, mantenerse en el mejor camino y alcanzar la cumbre más elevada del valor; asimismo, sentirán la jubilosa convicción de que todo ha sucedido de la manera más provechosa y significativa para su vida. Podrán construir una vida personal inmensamente feliz y considerar todo como un motivo de alegría, como parte de su gran misión… Así son las prodigiosas funciones de la Ley Mística y así es cómo opera la fe.
¿Por qué es importante el Gohonzon? Porque, a través de la fe en el objeto de devoción, podemos manifestar el Gohonzon o estado de budeidad inherente a nuestra vida. El Daishonin afirma que el Gohonzon existe únicamente en la fe.1
Cada vida humana es preciada porque es una entidad de la Ley Mística. Y el Gohonzon es importante, ante todo, porque nos permite manifestar la Ley que existe dentro de nosotros.
De la sesión de preguntas y respuestas celebrada en un encuentro con representantes de Italia septentrional el 3 de julio de 1992.
La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Véase El verdadero aspecto del Gohonzon, en Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 873.