Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 31: Una gran ruta hacia la paz mundial [31.15]
31.15 La fotografía es un idioma universal
Las actividades culturales de la Soka Gakkai aspiran a crear valor de un modo accesible a todos. El presidente Ikeda a menudo toma fotografías durante sus viajes, tanto en el Japón como en el exterior, y las comparte con amigos y compañeros de fe a modo de aliento. En La nueva revolución humana, Shin’ichi Yamamoto (alter ego del presidente Ikeda) explica qué lo motivó a incursionar en la fotografía.
Hace unos diez años atrás, Shin’ichi Yamamoto había comenzado a tomar fotos por afición. El personal del Museo de Bellas Artes Fuji de Shizuoka,1 que aquel había fundado en 1973, y varios fotógrafos amigos empezaron a pedirle que les dejara organizar una exposición con sus obras.
Pero a Shin’ichi la idea le parecía excesiva… No era fotógrafo profesional, y tampoco lo animaba el deseo de exhibir sus fotos. Los pedidos, sin embargo, siguieron sucediéndose, y, puesto a reflexionar sobre ellos, recordó que él había comenzado a tomar fotos porque quería contribuir, aun en pequeña medida, a promover la participación popular en las artes. Con esta conciencia, finalmente accedió.
Sus fotos se exhibieron en el Museo de Bellas Artes Fuji en abril de 1982, en una muestra titulada «Imágenes de la paz y de la cultura», que reunió unas 250 obras tomadas en Europa, los Estados Unidos y la China.
La iniciativa tuvo una recepción excelente. Uno de los visitantes dijo: «Las fotografías me enriquecieron con su hondo amor por la naturaleza y la paz». Otro comentó: «Me sentí animado por el mensaje positivo de la muestra; pude entender que el mundo que nos rodea irradia el dinamismo y la energía de la vida. En ese sentido, salí revitalizado».
La principal motivación de Shin’ichi era alentar a los miembros. Por lo tanto, le bastaba con saber que la gente encontraba esperanza en sus fotos para sentirse, él mismo, feliz y satisfecho. Al mismo tiempo, pensaba que las afectuosas palabras de elogio a su esfuerzo eran demasiado generosas.
El personal de la sede central de la Soka Gakkai que había visto la exhibición y las antologías de sus fotos expresó el deseo de que la iniciativa se repitiera en la sede central de la organización y en centros comunitarios de todo el país. Después de todo, estos centros habían sido concebidos como «castillos de la cultura» para el fortalecimiento de las comunidades locales. Sabiendo que adornar los pasillos y recepciones con pinturas habría significado un gasto muy costoso, Shin’ichi aceptó la propuesta, esperando que sus fotografías fuesen de alguna utilidad. «Soka» significa crear valor en todos los aspectos de la vida.
Así pues, las fotos de Shin’ichi comenzaron a decorar los centros de la Soka Gakkai en todo el Japón. Muchos miembros acogieron con entusiasmo esta oportunidad de ver el esfuerzo de su maestro, y de dejarse inspirar y alentar por el propósito que animaba cada obra.
En verdad, la fotografía es un idioma universal. Una imagen puede comunicar un mensaje y crear vínculos y sentimientos de conexión sin necesidad de palabras. Una foto que muestra una corriente de agua, por ejemplo, puede evocar el dinamismo de la vida… La instantánea de una mata de hierbajos aferrada a una grieta en la roca puede inspirar ímpetu y denuedo….
Shin’ichi quería unir el corazón de las personas del mundo a través de la fotografía, trascendiendo las diferencias étnicas y de nacionalidad.
Una foto encierra un enorme poder. Cuando el coloso de las letras francesas Víctor Hugo estaba exiliado, se hizo tomar muchos retratos fotográficos que envió a Francia. Vio en ello un medio de confrontar la opresión del dictador Napoleón III.
El destierro de este gran literato francés duró 19 años. Muchos, seguramente, habrán pensado que la distancia lo había quebrado espiritualmente. Pero sus retratos informaban otra cosa. Las resueltas imágenes clamaban: «¡Aún estoy aquí! ¡Con más brío y decisión que nunca! ¡Soy invencible!». Para Víctor Hugo, esas imágenes eran más que meras fotos.
De manera análoga, Shin’ichi consideraba la fotografía como un instrumento para revitalizar a las personas inspirándoles valor, esperanza y alegría. Eran una forma de alentar a los miembros exclamando: «¡No sean vencidos! ¡Sean fuertes! ¡Avancen conmigo!
Del capítulo «Florecer», del volumen 15 de La nueva revolución humana.
Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1El presidente Ikeda fundó el Museo de Bellas Artes Fuji, en la prefectura de Shizuoka, en 1973, y el Museo de Bellas Artes Fuji de Tokio, en Hachioji, en 1983. En 2008, el museo de Shizuoka cerró sus puertas y se fusionó con el de Tokio.