Parte 1: La felicidad; Capítulo 10:
La alegría en la vida y en la muerte [10.10]
10.10 Sobre las muertes repentinas y prematuras
En esta parte de La nueva revolución humana, Shin’ichi Yamamoto —alter ego ficcional del presidente Ikeda— acude de inmediato a alentar a los miembros de una región en donde uno de los líderes acababa de fallecer en un accidente de tránsito.
—En sus escritos, Nichiren Daishonin habla sobre los tres obstáculos y los cuatro demonios,1 uno de los cuales es el impedimento de la muerte. Esta función destructiva obra provocando dudas y confusión, valiéndose de la muerte de personas que se dedican con diligencia a la práctica del budismo.
»Todos tenemos nuestro propio karma, pero como somos personas comunes no podemos percibir su profundidad. Aun cuando un creyente activo del budismo Nichiren concluya su vida prematuramente, su muerte le permitirá poner en juego el principio budista sobre la «disminución de los efectos negativos del karma».2
»Los que se esfuerzan con brío por el kosen-rufu como genuinos practicantes budistas tienen la seguridad de lograr el estado de budeidad, cuandoquiera que su vida termine.
»Una escritura del budismo temprano cuenta la historia de un creyente que respondía al nombre de Mahanama. Este hombre preguntó al Buda dónde y con qué forma renacería si, por las distracciones del bullicio urbano y la falta de concentración en los tres tesoros del Buda, la Ley y la Orden budista, se viese envuelto en un accidente que le causara una muerte prematura.
»—Mahanama —le respondió el Buda—, si un árbol mira hacia el este, se inclina hacia el este y se extiende hacia el este, ¿hacia qué lado caerá cuando le corten las raíces?
»—Caerá en dirección en la cual mira, se inclina y se extiende —razonó Mahanama.3
»En este relato, el Buda enseñó que los que creen en el budismo y lo practican asiduamente, aunque les tocase enfrentar una muerte inesperada o accidental, serán dirigidos por la Ley hacia un renacimiento en buenas circunstancias.
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Shin’ichi comenzó a referirse a la muerte de Isamu Ishizaki [uno de los líderes centrales de la prefectura de Tottori]:
—Hay miembros que quizá se pregunten por qué, si él practicaba el budismo Nichiren, tuvo que sufrir un accidente fatal. Las causas y los efectos inherentes en lo profundo de nuestra vida, las funciones del karma, son en verdad rigurosas. Por eso, aunque practiquemos el budismo del Daishonin, nuestra muerte puede estar enmarcada en circunstancias muy diversas.
»Hay gente que da la vida luchando por mantener el budismo, como lo hizo el señor Makiguchi, quien murió en la cárcel en defensa de su creencia. Y puede que algunos fallezcan jóvenes, como resultado de una enfermedad o de un accidente. Pero si vemos las cosas desde el punto de vista de la fe, todo tiene un significado extremadamente profundo.
»Los que dedican la vida a trabajar por el kosen-rufu son Bodisatvas de la Tierra;4 son seguidores del Buda. La vida es eterna. A la luz de la enseñanza de la Ley Mística, esas personas alcanzarán la budeidad sin falta. Sus familiares también gozarán de protección. Digo inequívocamente que, mientras los descendientes sigan perseverando en la fe, en tal caso la buena fortuna y los beneficios acumulados por el compromiso de sus seres queridos con el kosen-rufu se transmitirán también a ellos y les permitirán gozar de una felicidad incomparable.
Al escuchar esta gran convicción de Shin’ichi, se disiparon los sentimientos de duda que nublaban la mente de los miembros y el sol de la esperanza comenzó a brillar en el corazón de cada uno de ellos.
Shin’ichi prosiguió:
—No tener pareja no significa de por sí que no podamos ser felices. El prestigio y el dinero tampoco garantizan la felicidad. La dicha absoluta y verdadera se encuentra solo cuando tomamos conciencia de que nuestra vida corporifica la Ley Mística, cuando hacemos la revolución humana y cuando manifestamos el grandioso estado de vida de la budeidad, a través de la práctica budista. Nacemos solos y morimos solos. Únicamente la Ley Mística tiene el poder de protegernos a través del pasado, el presente y el futuro.
»Si siguen dedicándose al kosen-rufu con sinceridad, los budas y bodisatvas de las diez direcciones y de las tres existencias los protegerán. Por tal razón, pase lo que pase, por mucho que hablen mal los demás o que los maltraten, nunca sean vencidos ni se dejen influir. Si se acobardan y se alejan de la fe, solo terminarán lamentándose.
»La vida es eterna, sí. Pero esta existencia pasa en un instante. Espero que tengan conciencia de su misión en esta vida, trabajen en aras del kosen-rufu y acumulen abundante buena fortuna.
Adaptado de La nueva revolución humana, volumen 10, capítulo «El baluarte de la pluma».
La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversos obstáculos e impedimentos que buscan obstruir la práctica del budismo. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos; 2) el obstáculo del karma; 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes; 2) el de los deseos mundanos; 3) el de la muerte; y 4) el del Rey Demonio.
- *2Disminuir los efectos del karma adverso: También llamado «disminución de la retribución kármica». Este término, cuya traducción literal del japonés es «transformar lo pesado y recibirlo en forma ligera», se menciona en el Sutra del nirvana. «Pesado» se refiere al karma negativo acumulado en el transcurso de incontables existencias pasadas. Como un beneficio derivado de proteger la enseñanza budista correcta, podemos experimentar una retribución kármica relativamente atenuada, pudiendo así expiar en el transcurso de una vida un karma muy pesado cuyos efectos, normalmente, no sólo afectarían esta, sino muchas futuras existencias.
- *3The Book of the Kindred Sayings (Sanyutta-Nikaya) or Grouped Suttas (Sanyutta Nikaya o Sutras agrupados), parte 5, trad. ingl. Rhys Davids, Oxford: Pali Text Society, 1994, pág. 321.
- *4Bodisatvas de la Tierra: Hueste inmensurable de bodisatvas que irrumpen del seno de la tierra y a quienes el buda Shakyamuni confía la propagación de la Ley Mística o esencia del Sutra del loto en el Último Día de la Ley.