Parte 2: La revolución humana
Capítulo 15: «Fe para superar obstáculos» [15.14]
15.14 El significado de «abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero» en el budismo Nichiren
El presidente Ikeda explica qué significó para Nichiren Daishonin «abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero» y qué relevancia tiene actualmente para nuestra vida. También recalca que, mediante nuestra contienda para superar dificultades, podemos activar nuestra fuerza interior.
En el momento de la persecución de Tatsunokuchi [el fallido intento de decapitarlo, el 12 de setiembre de 1271], Nichiren Daishonin descartó su aspecto transitorio como practicante común, en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad.1 Sin dejar de ser una persona corriente, reveló su identidad verdadera: la del Buda de la alegría ilimitada, iluminado desde el tiempo sin comienzo.2 Dicho de otro modo, manifestó, como un simple ser humano, el estado de El Que Así Llega eterno, que es inseparable de la Ley Mística, o ley fundamental del universo.
Después de despojarse de lo transitorio y de revelar lo verdadero de esa manera, el Daishonin asumió la identidad del Buda del Último Día de la Ley. En ese carácter, comenzó a inscribir el Gohonzon en forma de mandala, y a conferirlo como objeto fundamental de respeto o devoción y base de la vida de todas las personas.
Dicho sea de paso, debemos notar que, en el término «descartar lo transitorio», el carácter chino que denota «descartar» o «abandonar» también significa «abrir».
El Daishonin asumió la identidad del Buda de la alegría ilimitada nada menos que como persona común. Si pasamos por alto este punto, podemos llegar a la conclusión incorrecta de que lograr la budeidad implica convertirnos en un ser distinto y superior al ser humano. Nichiren Daishonin no desechó su vida como individuo corriente. Antes bien, manifestó el brillo del Buda eterno en el marco de su existencia como simple integrante de la humanidad.
Y quiero destacar otro punto importante, y es que este principio se aplica también a nosotros. Cuando dedicamos la vida al kosen-rufu, superando amargos sufrimientos y perseverando en la fe, también nosotros podemos poner en acción el principio de «descartar lo transitorio y revelar lo verdadero». Como personas comunes, podemos activar y desplegar el mismo estado de budeidad que Nichiren Daishonin.
¡Qué afortunados somos de haber conocido esta enseñanza! Si el objetivo fuese convertirnos en seres especiales, idealizados o sobrehumanos, la felicidad en este mundo sería inalcanzable.
Nichiren Daishonin es el Buda del Último Día de la Ley precisamente porque mostró que todos tenemos el potencial de lograr la budeidad y reveló el medio para hacerlo. Nos demostró, con su propia vida, que cualquier persona común puede manifestar el estado de budeidad en esta existencia.
«Abandonar lo transitorio para revelar lo verdadero» significa establecer una sólida identidad propia que nos permita superar todas las dificultades y librarnos de la ignorancia fundamental para expresar la naturaleza intrínsecamente iluminada, la naturaleza del Dharma.3 El camino para lograr la budeidad en esta existencia yace en ser personas cuya budeidad se expresa con más brillo cuanto mayores son los retos a los que se ve expuesta.
En tal sentido, la clave para el verdadero desarrollo personal es esforzarnos en la fe, en nuestra práctica budista, para superar todos los obstáculos.
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No tenemos que esperar a fortalecer nuestra fe para enfrentar las dificultades. En realidad, a partir de lidiar con los problemas es como podemos pulir nuestra vida y cultivar una fe adamantina e invencible. Cualesquiera sean los problemas que tengamos, hagamos daimoku por ellos con total sinceridad. Entonando Nam-myoho-renge-kyo es como hallaremos la forma de superarlos. Esa diferencia en el orden de las cosas parecerá sutil, pero es decisiva.
En el desafío de cumplir cada uno su misión personal, es inevitable que surjan complicaciones. Pero mientras nuestro corazón siga siendo íntegro y nuestra fe permanezca firme, no habrá situación ni encrucijada que no podamos resolver. Todos poseemos, intrínsecamente, un poder inmenso. Es el poder del Buda de la alegría ilimitada iluminado desde el tiempo sin comienzo. Por ende, cuanto más nos desafiemos, más poder tendremos a nuestra disposición. La fe nos permite tomar contacto con esos valiosos recursos latentes en nuestra vida. Las grandes dificultades son trampolines que nos permiten elevarnos hacia revelaciones más profundas y significan que lograremos con certeza la budeidad.
El Daishonin enseñó a sus discípulos esa forma de vivir a través de su triunfo personal sobre cada uno de los enormes hostigamientos y dificultades que afrontó. Durante la persecución de Tatsunokuchi, en particular, enseñó claramente a Shijo Kingo la esencia suprema de esa forma de vivir. No solo lo hizo en bien de su discípulo, sino de la posteridad.
Shijo Kingo mantuvo una fe constante en cada circunstancia. Como resultado de ello, el maestro y el discípulo pudieron obtener juntos el fruto de la budeidad. Tatsunokuchi pasó a ser la Tierra de la Luz Tranquila.4
El aspecto «transitorio» del que uno se despoja es la debilidad y la cobardía. El Daishonin, a través de revelar su «identidad verdadera» —la valentía—, mostró a todas las personas el principio de «abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero».
Cuando actuamos con la misma resolución valerosa y el mismo espíritu que el Daishonin, y confrontamos sin rodeos las adversidades que encontramos, podemos nosotros mismos «abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero».
De El mundo de los escritos de Nichiren Daishonin, vol. 2, publicado en japonés en enero de 2004.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.
- *1«Practicantes comunes en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad»: Se denomina así a la persona común que ha dado el primer paso en su práctica budista, que es el de aceptar y comprender las palabras de las enseñanzas del Buda, y que aún no ha adquirido ningún resultado o efecto de su práctica. En otras palabras, denota a la persona corriente que tiene el espíritu de creer en las enseñanzas del Buda.
- *2Buda de la alegría ilimitada iluminado desde el tiempo sin comienzo: También conocido como Buda del tiempo sin comienzo. Buda eterno que ha tomado conciencia de la Ley suprema, la corporifica y emplea libremente sus beneficios. «Tiempo sin comienzo» no indica un punto muy remoto del pasado, sino la eternidad.
- *3Naturaleza del Dharma: También, «naturaleza fundamental de la iluminación». Naturaleza invariable, inherente a todos los fenómenos y a todas las cosas.
- *4Tierra de la Luz Tranquila: También llamada «Tierra de la Luz Eternamente Tranquila». Tierra de Buda, donde no hay impurezas ni rige la transitoriedad.