Parte 2: La revolución humana
Capítulo 17: Aprovechar cada día al máximo [17.1]
17.1 Vivir con plenitud y sin arrepentimientos
El presidente Ikeda afirma: «La única forma de vivir sin arrepentimientos es aprovechar cada día al máximo. El día de hoy no se repetirá jamás; por eso, debemos valorar cada jornada, vivir a conciencia, con compromiso total. Cada encuentro con alguien puede ser el último con esa persona… Por eso, estoy decidido a alentar con todo mi ser y atesorar infinitamente a quien tengo frente a mí».
Vivir cada día con bravura, desplegando todas nuestras fuerzas, es una forma sincera y perseverante de vivir que representa la esencia de nuestra práctica para la revolución humana.
Este capítulo contiene orientaciones escogidas del presidente Ikeda para extraer el mayor valor de cada jornada; los textos esbozan, desde distintos puntos de vista, la actitud hacia la vida que debe tener un practicante del budismo Nichiren.
Esta mañana, mientras caminaba junto a un contingente de representantes de la División Juvenil Femenina, conversé con ellas sobre la mejor manera de vivir.
Nichiren Daishonin escribe: «El propósito con el cual nació en este mundo el buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, yace en su comportamiento como ser humano».1
«Nuestro comportamiento como seres humanos…». ¿Qué clase de conducta nos encamina hacia una vida de felicidad y de sabiduría?
También el Daishonin nos enseña: «No vivan su existencia en vano, para lamentarse los diez mil años siguientes».2
Nos dice que no desperdiciemos esta preciada existencia, que no vivamos de una manera que nos haga arrepentirnos eternamente.
Lo esencial es escoger la satisfacción duradera a la indulgencia efímera.
Aunque aparentemos estar gozando de una vida placentera y despreocupada, si no nos sentimos plenos por dentro, difícilmente podemos considerarnos felices de verdad. Lo que nos queda, cuando carecemos de un propósito real, es un sentimiento de vacío y de infelicidad.
Es importante, además, dar prioridad al desarrollo personal antes que al placer. Las personas que buscan crecer son profundas; son atractivas e irradian esperanza.
Asimismo, valoremos más el esfuerzo serio que la resignación; la osadía, que el retroceso. Quienes avanzan así rebosan de energía y de vitalidad.
La esencia del budismo yace en actuar con amor compasivo en lugar de proceder con arrogancia, y en armarnos de valentía, en lugar de temer.
Con este mismo corazón, les pido que elijan el progreso al estancamiento; la armonía, a la discordia; el júbilo, al pesimismo; la acción, a la indecisión, y el optimismo, al desaliento.
La Soka Gakkai es una asamblea de campeones dedicados a propagar la enseñanza budista correcta. Nichiren Daishonin nos enseñó a ponernos de pie por la verdad y la justicia, más que echar a suerte nuestro destino siguiendo a quienes enuncian ideas erróneas y distorsionadas.
Avancemos siempre con firmeza, pase lo que pase, escogiendo ser alegres en vez de sombríos; alentar en vez de envidiar; infundir entusiasmo en vez de transmitir enojo.
Vivamos con convicción a toda prueba, haciendo gala de un corazón tolerante en vez de ser autoritarios; irradiando esperanza en vez de desesperanza; accionando en lugar de quejarnos; y eligiendo el camino del diálogo, en vez de recurrir a la violencia.
Los que luchan contra su propia debilidad y siguen avanzando con decisión, desafiándose en vez de rendirse, asumiendo la responsabilidad de la victoria en lugar de criticar a otros, son los que finalmente triunfan y son felices.
Más aun, los esfuerzos que hagamos ahora no solo determinarán nuestra existencia actual, sino el pasado, presente y futuro.
Del discurso pronunciado en la reunión con representantes de la región de Kansai, en Osaka, el 18 de mayo de 1992.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.