Parte 2: La revolución humana
Capítulo 13: Fe para la armonía familiar [13.6]

13.6 Una relación de respeto y amor cada vez más profundos

En esta sección, el presidente Ikeda responde a una pregunta referida al divorcio y luego transmite puntos valiosos para construir un matrimonio donde el amor y el respeto sean cada vez más hondos.

—Las personas que son infelices en su matrimonio ¿deben evitar el divorcio y, en cambio, seguir juntos hasta poder transformar su karma?

Esto es una decisión personal. Nadie tiene derecho a decirle a otra persona que se divorcie o que no lo haga. Tampoco nadie puede decir que alguien tiene fe o no porque se haya separado. Se trata de un asunto de índole privada.

Ya sea que dos individuos hayan roto su relación o no, lo importante es que, finalmente, ambos lleguen a ser felices y hagan su revolución humana. El propósito de la fe es que uno sea feliz, solo o en pareja; que sea feliz, con hijos o sin hijos, porque la felicidad es algo que existe en el interior del ser humano.

Nacemos solos y morimos solos. El propósito de esta existencia es que transformemos nuestro propio ser. Por eso tenemos que dar lo mejor, hacer que las personas que nos rodean sean una función o influencia benéfica y considerar todo lo que hacemos como parte de nuestra práctica budista.

Alguien, una vez, le consultó al presidente Toda: «La relación con mi pareja no va bien. ¿Considera que debo seguir aguantando a su lado o sería mejor separarme?».

El señor Toda respondió: «No soy quién para decirle qué hacer con su matrimonio. No me correspondería entrometerme en su relación de pareja. Por eso, no podría decirle que se divorcie ni que siga con su cónyuge. Lo único que, sí puedo decirle es que si no transforma el karma que lo ha llevado a tener ese vínculo tan conflictivo, aunque se separe volverá a pasar por un sufrimiento parecido en el futuro. Ya que va a exponerse a las mismas aflicciones, tal vez esté a tiempo de transformar las cosas en su relación actual».1

Lo ideal es que una pareja se lleve bien. Pero si entre ambos no congenian y prefieren separarse, esa decisión no necesariamente significa arruinar la vida de sus hijos. En muchos casos, los hijos de padres separados llegan a ser personas excelentes, precisamente porque han tenido que pasar por tales dificultades.

En última instancia, cada uno debe tomar su propia decisión, reflexionar profundamente sobre su vida, verse a sí mismo tal como es, y esforzarse sin descanso por hacer su revolución humana en el lugar donde se encuentra hoy. Si tienen una fe así de firme, sin falta terminarán logrando la felicidad. Pase lo que pase, mientras posean la fe de seguir avanzando hacia el logro del kosen-rufu sin abandonar la práctica, al final triunfarán. Es todo lo que necesitan comprender.

Cuando alguien se divorcia, más que seguir pensando en el pasado, es mucho mejor tomar la experiencia como una lección valiosa y trabajar por el kosen-rufu con más determinación que nunca. Espero que estas personas que se separan reciban el apoyo y la comprensión de quienes las rodean. Y también deseo que los hijos que provienen de familias monoparentales no se sientan solos, sino que, a partir de esa situación, abran su corazón y amplíen mucho más su círculo de amigos.

Se dice que es muy raro encontrar una pareja 100 % perfecta. ¡Algunos, incluso, llegan a sugerir que el 99 % de ella falla en algún aspecto!

Muchas familias que, vistas desde afuera, parecen tenerlo todo, en realidad viven rodeadas de problemas. El ensayista francés Montaigne dijo: «No hay a veces menos tormento en el gobierno de una familia que en el de un Estado entero».2

Cuando los integrantes de una pareja tienen un estado de vida similar, es lógico que cada tanto tengan discusiones. Pero si uno puede tomar cierta distancia y considerar a su cónyuge con el mismo cariño que siente por su hijo, por ejemplo, le será más fácil perdonar, comprender y evitar disputas innecesarias. Es preferible no tomar las rencillas entre parejas de manera tan seria, sino al contrario, ser magnánimos y ver que cuando el otro se irrita o discute, en realidad está expresando su robusta vitalidad, señal de que está vivo y sano… Si logran elevar su estado de vida de tal manera, hasta los reproches de su pareja serán como música en sus oídos.

Cualquiera sea el caso, lo más importante es tener amor, bondad y consideración el uno por el otro. Además de eso, la clave es hacer daimoku juntos, aspirar a las máximas alturas y a la verdadera felicidad.

Todas las parejas son, esencialmente, una unión entre dos personas distintas, que han tenido experiencias diversas y un antecedente diferente. Por eso, sin paciencia y sin un esfuerzo consciente por entender al otro es imposible llevar la convivencia a buen término. Aprender a congeniar requiere perseverancia, mientras ambos procuran crear un hogar seguro y bien provisto, esforzarse en sus respectivos trabajos, cuidar a los hijos y brindarles educación, así como hacer esfuerzos por ayudar a los demás.

La felicidad se construye con entereza y persistencia. Muchos sueñan con ser felices sin hacer este tipo de esfuerzo. En tal caso, no sería más que una quimera, una fantasía, una forma fácil e infantil de ver la vida. Y esta ilusión destruye a muchas parejas, porque buscar la felicidad de esta manera solo conduce a la desdicha.

Las bases que permiten construir un amor verdadero son el esfuerzo constante por sostener la convivencia, la paciencia y la perseverancia de avanzar juntos. El amor verdadero es querer compartir la vida con la otra persona para siempre. Un lazo genuino como pareja es, por ejemplo, compartir veinticinco años al lado de alguien y sentir un cariño mucho más profundo que cuando ambos iniciaron la relación. El amor verdadero se vuelve más hondo con el tiempo; si esto no ocurre, el sentimiento entre dos personas está en el nivel de la simple atracción o de la apetencia.

Otra cosa importante es que los cónyuges se elogien y agradezcan mutuamente. Cualquier motivo es válido; lo que cuenta es la simple actitud de valorarse y sentir gratitud el uno al otro. No se llega a nada bueno señalando los defectos del otro; es un despropósito total.

Las parejas deben tratar de que su hogar sea un sitio agradable. Uno tiene que decidir: «Mientras yo esté aquí, todo será feliz y luminoso». Si ustedes brillan como el sol, no habrá oscuridad a su alrededor dondequiera que vayan. De la misma manera, cuando en el seno familiar hay alguien que resplandece como el sol, toda la familia se ilumina.

De La sabiduría del «Sutra del loto», vol. 6, publicado en japonés en agosto de 2000.

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Lectura complementaria

Volvamos a la reunión de responsables de sede central realizada en diciembre de 1957, el mes en que el segundo presidente de la Soka Gakkai Josei Toda concretó la meta más importante de su vida y logró la incorporación histórica de nuestras primeras 750 000 familias. En ese histórico encuentro, el señor Toda dio a conocer tres guías fundamentales para la fe:

1) Fe para construir una familia armoniosa.
2) Fe para que cada persona sea feliz.3
3) Fe para superar obstáculos.

Desde entonces, hemos avanzado hacia el kosen-rufu con estos tres puntos grabados en lo más hondo de nuestro corazón, como eternas guías de la Soka Gakkai. Su propósito era asegurar que todos nuestros miembros, cada uno dentro de sus propias circunstancias y situación personal, en su hogar, en su sitio de trabajo y en su comunidad, jamás fuese derrotado por las dificultades ni se dejara llevar por la queja y la negatividad.

Lejos de ello, el propósito era que todos viviesen con esperanza y triunfaran sobre todas las dificultades.

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La primera guía es «fe para construir una familia armoniosa». Nichiren Daishonin escribe: «[L]os que hoy creen en el Sutra del loto acumularán una buena fortuna proveniente desde diez mil millas».4 También cita palabras del gran maestro Dengyo: «Cuando en la familia se rinde honor con diligencia a las enseñanzas [del Sutra del loto], se logra desterrar los siete desastres con toda seguridad».5

¡Qué hermoso es hacer que en nuestro hogar reverbere el sonido de la Ley Mística! La fe firme es como un imán poderoso, que atrae la buena fortuna desde «diez mil millas de distancia». Actúa como un campo de fuerza que repele los infortunios. Sobre el cimiento de esta convicción, por favor conviertan su hogar en un castillo de paz y de felicidad.

En muchos casos, en la familia hay personas que no practican el budismo del Daishonin. No hay por qué impacientarse o sufrir a causa de esto, pues si nosotros nos ponemos de pie seria y sinceramente, con convicción en la fe que practicamos, podemos guiar a todos nuestros parientes y familiares en dirección a la felicidad y a la esperanza. Somos como un faro solitario en una noche oscura, que protege a muchos barcos y les permite navegar a salvo en el mar.

El Daishonin escribe:

El honorable Maudgalyayana abrazó la fe en el Sutra del loto, que es el gran bien supremo. De esa forma, además de llegar a ser él mismo un buda, hizo que sus padres lograran la budeidad. Y por sorprendente que parezca, todos los padres y madres de las siete generaciones anteriores y de las siete generaciones posteriores, y, en verdad, de incontables existencias pasadas y futuras, pudieron llegar a ser budas. Además, todos sus hijos, cónyuges, vasallos, benefactores e incontables allegados pudieron escapar de los tres malos caminos, llegar al primer nivel de seguridad y, luego, a la budeidad, el estado de la perfecta iluminación.6

En vista de este pasaje, no hay absolutamente ninguna necesidad de crear discordia familiar en nombre de la fe. Espero que todos ejerciten una sabiduría amplia y abierta, que oren y trabajen con paciencia y constancia, para construir familias armoniosas y felices, donde resuenen las risas de alegría y las voces de optimismo.

El gran escritor francés Víctor Hugo dijo: «La risa es como la luz del sol: ahuyenta el invierno del rostro de los hombres».

Puede que algunos de ustedes hayan perdido a alguien de su familia o seres queridos. Desde el punto de vista del budismo, sin embargo, esto posee un profundo significado; jamás se dejen abatir por la congoja.

La señora Deng Yingchao tuvo que despedir a su amado esposo, el primer ministro chino Zhou Enlai. Nadie podía vislumbrar siquiera la magnitud de su tristeza y de su dolor. Pero cuando vio llorar a una multitud, declaró: «Seamos fuertes. No lloremos. Llorar no devolverá la vida a los difuntos. [Desde que mi esposo falleció,] solo he derramado lágrimas tres veces. Si las lágrimas pudieran traérmelo nuevamente, me entregaría al llanto con todo mi ser. Pero lo que debemos hacer, en cambio, es secar nuestras lágrimas y continuar la labor de Enlai…».7

He observado la vida de innumerables personas hasta el día de hoy, y puedo decir con absoluta certeza que todos los que, en el momento crucial, se pusieron de pie basándose en la fe han llegado a ser realmente felices.

No hay una sola oración al Gohonzon que quede sin respuesta. La Ley Mística es una gran enseñanza, que nos permite convertir el veneno en remedio. Mediante la fe, podemos transformar todos los sufrimientos en algo positivo y benéfico, y cultivar un estado de vida más elevado.

Para elogiar a Nanjo Tokimitsu, heredero de la fe intrépida de su padre [Nanjo Hyoe Shichiro], el Daishonin escribió: «Si usted mantiene la fe en el Sutra del loto como lo hizo su padre, nacerá en el mismo lugar que él».8

La fe es el tesoro más grande. Transmitir a los hijos la fe correcta es el camino más seguro para que tanto los padres como los hijos, y toda la familia, recorran el camino de la felicidad eterna.

En tal sentido, espero que sigan esforzándose mucho más aún para forjar a los miembros de la División Futuro, tanto en sus hogares como en la región en la cual luchan por el kosen-rufu.

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La segunda guía dice: «Fe para que cada persona sea feliz». [Esta guía, a instancias del presidente Ikeda, ahora se expresa de manera simplificada: «Fe para ser felices»].

Refiriéndose a un pasaje del Sutra del loto, Nichiren Daishonin escribe: «[S]i hay cien o mil personas que practican este sutra, todas ellas, sin excepción, llegarán a ser budas».9 Sin falta, podemos ser felices. Es la promesa del Daishonin.

La fe equivale a la vida cotidiana. Mientras nos esforzamos valerosamente en nuestras circunstancias sociales, trabajamos para promover el kosen-rufu, en bien de la Ley y la felicidad de nuestros semejantes. Así adquirimos grandes beneficios y, al mismo tiempo, ayudamos a liberarse del sufrimiento a aquellos con quienes estamos relacionados.

En un célebre pasaje, Nichiren Daishonin escribe: «[E]l invierno siempre se convierte en primavera. Ni una sola vez, desde la Antigüedad, alguien ha visto u oído que el invierno se convierta en otoño. Tampoco hemos sabido de ningún creyente en el Sutra del loto que continúe siendo una persona común [no iluminada]».10

Estamos decididos a comunicar esta gran enseñanza de esperanza a cuantas personas nos sea posible, para que ellas entablen relación con el budismo lo que les permitirá construir una vida de auténtica dicha y plenitud.

La felicidad no es algo que otros nos concedan, ni que provenga del exterior, sino una conquista que nosotros mismos logramos, en el propio corazón. Como afirma el Daishonin, «lo importante es el corazón».11

En otro de sus escritos, señala: «[L]a buena fortuna se genera en nuestro corazón y nos vuelve dignos de respeto».12 La práctica budista nos permite fortalecer y profundizar nuestro ser interior en grado supremo.

La felicidad de cada persona está ligada íntimamente con el kosen-rufu. El presidente Toda solía decir en tono humorístico: «Las cosas que uno hace por su propio bien son, también, en beneficio del kosen-rufu y del mundo. Por eso, espero que aprovechen la mayor parte de los esfuerzos que hacen por la Ley en su beneficio personal y, lo que quede, por favor compártanlo aquí, en bien del kosen-rufu».13

¿Qué es lo más importante para llegar a ser feliz? El Daishonin reiteradamente nos advierte a no dejarnos engañar ni a extraviarnos por los malos amigos o influencias negativas, ya que son capaces de destruir una enorme cantidad de bien acumulado.14

En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin afirma: «El elemento ku de la palabra kudoku [beneficios] tiene el significado de crear la felicidad y de extinguir el mal».15 Felicidad significa vencer la oscuridad, la ignorancia fundamental inherente a la vida.16 No puede haber felicidad posible si uno no lucha contra las influencias negativas y contra las funciones demoníacas.

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La tercera guía se refiere a la «fe para superar obstáculos». El Daishonin escribe: «Si ustedes […] propagan [esta doctrina], sin falta surgirán las funciones demoníacas. Pues si no ocurriera de ese modo, no habría forma de saber que es la enseñanza correcta».17

Los mentores y discípulos que practicamos de acuerdo con las enseñanzas del Buda y llevamos a cabo la misión del kosen-rufu sin falta seremos atacados por los tres enemigos poderosos,18 y nos veremos en situaciones de odio y de envidia mayores aún a las que había durante la época de Shakyamuni.

Enfrentar obstáculos demuestra que estamos practicando correctamente la enseñanza del budismo. Y, de hecho, es superando esa adversidad como manifestamos el estado indestructible de la budeidad.

Por eso, el Daishonin declara: «En ese momento, invariablemente aparecen los tres obstáculos y los cuatro demonios;19 pero cuando ello sucede, los sabios se regocijan, mientras que los necios se echan atrás»20 y «Cuanto más grandes sean las dificultades que se abatan sobre él, mayor será su deleite, gracias a la fuerza de su fe».21 Esta es la esencia del budismo Nichiren, y el corazón de la Soka Gakkai.

El presidente Toda hacía su máximo esfuerzo por alentar a los miembros que luchaban en medio de grandes dificultades. Decía: «El budismo del Daishonin es una religión que permite lograr la felicidad a aquellos que están padeciendo graves adversidades. Nadie es tan fuerte como la persona que ha enfrentado y superado problemas dolorosos. La gente así puede ofrecer una verdadera amistad y ser aliada de los que más sufren».

Mientras el espíritu de la Soka Gakkai arda con brío, no habrá estancamiento en nuestro avance hacia el kosen-rufu.

«[L]os que posean el corazón de un león rey sin falta manifestarán la budeidad».22 Así que ¡pongámonos de pie y clamemos con la bravura del león! Así es la enseñanza del Daishonin. Sigamos esforzándonos por superar todos los obstáculos y triunfar con el corazón invencible de un rey león.

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Ahora, me gustaría incorporar dos guías más a las tres que ya existen. Ellas son:

4) Fe para tener una vida larga y saludable.
5) Fe para lograr la victoria absoluta.

Para alentar a una creyente sincera que luchaba contra la enfermedad, el Daishonin le escribe:

La vida es el más preciado de todos los tesoros. […] Un día de vida es más valioso que todos los tesoros de un gran sistema planetario. […] [A]demás, ha podido conocer el Sutra del loto. Si vive incluso un día más, podrá acumular muchísimos más beneficios. ¡Qué valiosa es, realmente, su vida!23

No hay ningún tesoro que valga más que la vida. Por eso quiero que todos ustedes gocen de buena salud y de longevidad, y que vivan cada día al máximo, creando valor infinito e ilimitado.

El siglo xxi es la centuria de la vida; esto equivale a decir, también, que es el siglo de la salud y de la longevidad. Espero que sean ejemplos resplandecientes de una existencia dedicada a crear valor.

En una carta escrita al comienzo del año, el Daishonin transmitió estas palabras de aliento a Nichigen-nyo, la esposa de Shijo Kingo: «Rejuvenecerá, y su buena fortuna irá en aumento».24 La Ley Mística nos permite fortalecer y ser felices, de cuerpo y mente, cada vez más, a medida que pasan los años. […]

En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin declara: «Y cuando, en estas cuatro fases, entonamos Nam-myoho-renge-kyo, hacemos que ellas exuden la fragancia de las cuatro virtudes [la eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y la pureza]».25 Vivamos plenos de júbilo, confianza y optimismo, disfrutando de esta existencia y haciendo que ella exude la fragancia de la eternidad, felicidad, verdadera identidad y pureza. Con ese fin, pongamos en práctica la fe en la vida cotidiana para extraer cada vez más sabiduría […].

La base esencial para mantener la salud es la firme fe, que despierta en nosotros una potente fuerza vital y nos permite vencer sobre las fuerzas negativas, y transformar el karma. El Daishonin declara: «Nam-myoho-renge-kyo es como el rugido de un león. Por lo tanto, ¿qué enfermedad puede ser un obstáculo?».26 La práctica del budismo Nichiren fortalece nuestra vitalidad; desarrolla nuestra personalidad; y nos convierte en seres humanos mucho más magnánimos… Lo importante es trabajar por el kosen-rufu junto a la Soka Gakkai, esta espléndida organización que rebosa de energía vital.

El presidente Toda declaraba, con total convicción: «Si tienen una firme fe, tal como asegura el sutra, obtendrán una fuerza vital renovada y poderosa, y sentirán un nuevo desarrollo de su vida, no solo en los negocios, sino también en el aspecto de la salud… […]. [Lo que necesitamos para sostener nuestra vida] surgirán en cantidad inagotable, como un torrente de agua que brota de la tierra».27

Mi deseo más inmenso es que mis amados compañeros de fe, sin una sola excepción, sean expertos en el arte de vivir una existencia larga y sana.

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La quinta guía se refiere a la «fe para lograr la victoria absoluta».

Quisiera citar un fragmento del Daishonin que mencioné en repetidas ocasiones: «El budismo concede una importancia primordial a la victoria y la derrota, mientras que la autoridad secular se basa en el principio de la recompensa y el castigo. Por esa razón, el Buda es reverenciado como el Héroe del Mundo».28

El corazón del budismo es obtener la victoria. En los sutras, al Buda se lo menciona con títulos honoríficos, como «El Que Triunfa en Todo», «El Que Conquista la Meta» «El Que Vence a Todos los Oponentes y No Teme y Se Regocija», «El Espléndido Que Ha Conquistado los Himalayas y las Demás Montañas», entre otros. «Buda» es otra forma de designar al vencedor absoluto.

El Daishonin escribe: «El budismo es razón; la razón triunfará sobre su amo».29 Por eso, no hay forma de que seamos vencidos. El triunfo de la verdad y la justicia es la ley suprema del universo. Creer rotundamente en esto representa la esencia de la fe.

Debemos vencer. Solo triunfando podemos concretar la justicia, asegurar la felicidad y hacer realidad el kosen-rufu.

Del discurso pronunciado en la reunión con miembros visitantes de la SGI y líderes del área Tokio 2, en Tokio, el 11 de diciembre de 2003.

La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1982, vol. 2, págs. 283-284.
  • *2MONTAIGNE, Michel de: Ensayos completos, Barcelona: Editorial Iberia, 1968, vol. I, pág. 178.
  • *3Esta guía, tiempo después, se reformuló como «Fe para ser felices».
  • *4Gosho de Año Nuevo, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, págs. 1183-1184.
  • *5On the nation’s slander of the Law (Sobre los actos contra la Ley cometidos por la nación), en The Writings of Nichiren Daishonin, vol. 2, pág. 1026.
  • *6Sobre las ofrendas a los ancestros fallecidos , en END, pág. 861.
  • *7SAIONJI, Kazuteru: Tou Eicho–Tsuma toshite, Doshi toshite (Deng Yingchao, esposa y camarada), Tokio: Ushio Shuppansha, 1999, pág. 240.
  • *8On the offering of a mud pie (La ofrenda de un pastel de barro), en WND, vol. 2, pág. 500.
  • *9Wu-lung e I-lung, en END, pág. 1144.
  • *10El invierno siempre se convierte en primavera, en END, pág. 561.
  • *11La estrategia del «Sutra del loto», en END, pág. 1045.
  • *12Gosho de Año Nuevo, en END, pág. 1183.
  • *13TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1989, vol. 4, pág. 257.
  • *14Véase What it means to slander the law (El significado de calumniar la Ley), en WND, vol. 2, págs. 135, 258.
  • *15Véase The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), trad. ingl. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 148.
  • *16Ignorancia fundamental: La ilusión más hondamente arraigada en la vida, que daría lugar a otras las otras ilusiones. La oscuridad fundamental denota la incapacidad de ver o de reconocer la verdad, en especial, la verdadera naturaleza de nuestra vida.
  • *17Carta a los hermanos, en END, pág. 525.
  • *18Tres enemigos poderosos: Tres clases de personas arrogantes que persiguen a los que propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del Buda. Se los describe en la estrofa de veinte versos del capítulo «Aliento a la devoción» (13.º) del Sutra del loto . El gran maestro Miao-lo de la China los tipificó en tres categorías: 1) laicos arrogantes; 2) sacerdotes arrogantes; 3) falsos venerables arrogantes.
  • *19Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversos obstáculos e impedimentos que buscan obstruir la práctica del budismo. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos; 2) el obstáculo del karma; 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes; 2) el de los deseos mundanos; 3) el de la muerte; 4) el del Rey Demonio.
  • *20Los tres obstáculos y cuatro demonios , en END , pág. 668.
  • *21Un navío para cruzar el mar del sufrimiento, en END, pág. 34.
  • *22Carta desde Sado, en END, pág. 320.
  • *23Sobre la prolongación de la vida, en END, pág. 1000.
  • *24La unión de marido y mujer, en END, pág. 486.
  • *25Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 90.
  • *26Respuesta a Kyo’o, en END, pág. 433.
  • *27TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1992, vol. 1, pág. 110.
  • *28El Héroe del Mundo , en END, pág. 876.
  • *29Ib., pág. 880.