Parte 2: La revolución humana
Capítulo 15: «Fe para superar obstáculos» [15.9]
15.9 Cuanto más fuerte es nuestra fe, mayor es nuestra alegría
El presidente Ikeda cita pasajes de los escritos de Nichiren Daishonin que ha grabado en su vida desde que era joven, y nos insta a tener fe firme y a sentir alegría incluso en la adversidad.
Uno de los escritos de Nichiren Daishonin que grabé en lo más hondo de mi vida y aprendí fielmente de memoria en mi etapa juvenil es Un navío para cruzar el mar del sufrimiento.
Allí, el Daishonin escribe: «En el Último Día de la Ley, el devoto del Sutra del loto aparecerá sin falta. Cuanto más grandes sean las dificultades que se abatan sobre él, mayor será su deleite, gracias a la fuerza de su fe. ¿Acaso el fuego no arde con más brío cuando se le agrega leña?».1 Lo que nos enseña es que, en el Último Día de la Ley, sin falta habrá de surgir el devoto del Sutra del loto. Y su mensaje implícito es que él es la persona que está cumpliendo esa predicción. Observa que el devoto deberá afrontar dificultades, pero que esos momentos son, precisamente, los que le permiten armarse de una fe aún más profunda y disfrutar el reto de superar la adversidad.
El devoto del Sutra del loto recibe los problemas con los brazos abiertos, los espera de buena gana, y cuando estos surgen, responde jubilosamente, dispuesto a resolverlos. Los verdaderos Bodisatvas de la Tierra no reaccionan a las pequeñas críticas con fastidio, queja, tristeza o rezongo.
El Daishonin compara el proceso de fortalecer la fe ante la adversidad con el fuego que se aviva y cobra intensidad cuando se le agregan leños. Pero si las llamas son débiles, no llegarán a quemar la leña; agregar más, en este caso, podría apagar el fuego.
También describe así el estado de vida inmenso y amplio del devoto: «Todos los ríos desembocan en el mar, pero ¿acaso este rechaza sus aguas? Las corrientes de la adversidad se precipitan en el océano del Sutra del loto embistiendo a su devoto. Pero así como el mar no rechaza las aguas del río, tampoco el devoto elude el sufrimiento».2
Los que sienten un caudal de alegría cuando enfrentan grandes adversidades son verdaderos devotos del Sutra del loto, semejantes al océano. Poseen en su interior un estado de vida intrépido, inamovible, capaz de abrazar a todos, comparable con el vasto e infinito mar.
A continuación, el Daishonin escribe: «De hecho, el mar no existiría si no fuera por los ríos que vierten sus aguas en él. De la misma manera, sin tribulaciones no habría devoto del Sutra del loto».3
Cualesquiera sean las dificultades que podamos encontrar, no son nada comparadas con las que tuvo que superar Nichiren Daishonin. Por otro lado, las adversidades que sobrellevamos en el transcurso de nuestra práctica budista nos ayudan a transformar nuestro karma. En última instancia, tienen un profundo significado en nuestra vida. Son un alimento para nuestro desarrollo y nos permiten cultivar una vida brillante y valiosa. Son la fuerza motriz que nos impulsa hacia una existencia de triunfo monumental.
Este es el gran privilegio que disfrutan ustedes, amigos míos, por abrazar la Ley Mística, y es la verdad que deberían tratar de demostrar con su propia vida.
Del discurso pronunciado en la reunión con líderes representantes alusiva al 40.° aniversario del movimiento por el kosen-rufu en Izu, Shizuoka, el 23 de noviembre de 1987.
La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.