Inspirar a las mujeres jóvenes para asumir el liderazgo
Ivy Koek de la Oficina de la SGI para Asuntos de la ONU, habla del proyecto «Historias de mujeres jóvenes: Promover el liderazgo» lanzado en 2018, y del papel fundamental que juegan las mujeres jóvenes para repensar un mundo distinto.
La igualdad de género es para todos, no se limita solo a las mujeres. En última instancia, los esfuerzos para fomentar los derechos humanos de las mujeres y las niñas contribuyen al bienestar de todas las personas.
¿Por qué el liderazgo femenino?
Las actividades de la SGI (Soka Gakkai Internacional) para promover el liderazgo femenino se basan en la convicción de que ellas tienen el poder de guiar a la humanidad hacia un mundo pacífico. Daisaku Ikeda, presidente de la SGI, describe este papel que desempeñan las mujeres en su propuesta de paz del año 2000: «Si las mujeres encabezan la marcha, cuando cada persona tome conciencia y se comprometa podremos evitar que la sociedad vuelva a caer en una cultura de guerra y generar la energía necesaria para edificar un siglo de paz».
La participación y el liderazgo de las mujeres ha sido reconocido a lo largo de los años en diversos procesos de la ONU. Estas incluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (octubre de 2000) y la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (BPfA, por sus siglas en inglés) que se adoptó en 1995 y que reconocen particularmente el papel de las mujeres jóvenes. Son un recurso desaprovechado que posee un inmenso potencial para ser agentes de cambio y líderes.
Dar a conocer las historias de mujeres jóvenes
Narrar historias, en forma de experiencias de fe, es una tradición de la Soka Gakkai, al igual que la forja de valores humanos que contribuyan a mejorar la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes. Como parte del proyecto «Historias de mujeres jóvenes: Promover el liderazgo», queríamos transmitir los relatos de mujeres jóvenes que, tras haber superado circunstancias difíciles, llegaron a contribuir a la sociedad e hicieron gala de su liderazgo.
Las mujeres jóvenes son un recurso desaprovechado que posee un inmenso potencial para ser agentes de cambio y líderes.
La Oficina de la SGI para Asuntos de la ONU recogió quince historias de distintos países —entre miembros de la Soka Gakkai, las organizaciones asociadas, la Asociación Cristiana Mundial de Mujeres Jóvenes (YWCA Mundial) y la Red Global de Mujeres Constructoras de la Paz (GNPW, por sus siglas en inglés), una coalición de más de cien organizaciones en el mundo que lucha por los derechos de la mujer en países afectados por conflictos. Nuestro deseo era comprender, a través de esta empresa, cómo el desarrollo y la transformación personales pueden ayudarlas a tener confianza, a empoderarse y a empoderar a otras, y a generar cambios positivos en el lugar donde viven y trabajan.
Todas las mujeres que nos brindaron su historia no se dieron por vencidas ante sus circunstancias y se mantuvieron enfocadas en sus objetivos. Manifestaron que lo que las motivaba a seguir perseverando era el bien de los demás:
«Sinceramente creo que mi éxito es el resultado de haberme desafiado en favor de las demás personas. Encontré la manera de hacer frente a mis miedos y falta de autoestima y esto, a su vez, me permitió cumplir mis sueños y alcanzar beneficios tan maravillosos».
Otra motivación para muchas fue la práctica religiosa o espiritual:
«En esta dura etapa de mi vida, la práctica budista me aportó seguridad para empezar a sembrar semillas de esperanza. Sentí como si una potente voz en mi interior me alentara a cursar un master en Composición Musical».
Una participante contó lo que la llevó a su vocación:
«Cuando recuerdo el día en que el devastador terremoto y tsunami [de 2011] azotó mi ciudad, jamás podría haber imaginado el impacto que tendría en mi vida. Pero ahora me doy cuenta de que al ver cómo las personas de aquí en Tohoku superaban sus dificultades y sobrevivían al desastre, me sentí inspirada, me ayudó a despertar mi vocación y dedicarme al cuidado de las personas. No importa lo que me depare el futuro, sé que aprovecharé mi experiencia para seguir creciendo como líder, poniendo siempre a la otra persona en primer lugar, con empatía y amabilidad».
Un nuevo enfoque: El liderazgo del siglo XXI
Una investigadora independiente confeccionó un informe sobre el análisis cualitativo de las historias. Los resultados se clasificaron en tres temas: cualidades del liderazgo; motivación, desafíos, avances y logros; y la confianza en uno mismo. Los dotes de liderazgo que muestran las mujeres jóvenes se identificaron como:
- coraje,
- sentido de servicio,
- motivación basada en el sentido de misión,
- compasión,
- autoconciencia y
- agallas.
El informe señaló que estas cualidades determinan lo que se da en llamar «liderazgo del siglo XXI», que se considera esencial para la manera en que nos formamos el concepto del liderazgo en esta centuria. Tales aptitudes tienen mucho en común con los valores budistas que los miembros de la Soka Gakkai aspiran a encarnar cada día. Sin embargo, el conjunto de estas habilidades no suele ser asociado con el liderazgo por la mayoría de la gente, ni tampoco se lo ve desplegar con mucha frecuencia.
El informe reveló también que, en la travesía del liderazgo, los logros y los avances guardan relación directa con la confianza en sí mismo (uno repercute sobre el otro). Lo que alimenta dicha certeza es el sentido de servicio y de propósito.
La transformación interna y el liderazgo
En su propuesta sobre el medio ambiente de 2012, el presidente Ikeda aclara que el proceso de transformación interior refleja esta travesía del liderazgo: «El budismo enseña que la solución fundamental a nuestros sufrimientos no existe fuera de nosotros. A través del proceso de despertar a nuestro ilimitado potencial interior y de ponerlo de manifiesto, nuestra vida se transforma de manera tal, que nos tornamos capaces de conducir a los demás hacia la felicidad y la seguridad. Ese grandioso cambio interior nos permite convertir nuestro propio sufrimiento en el ímpetu para transformar positivamente la sociedad».
Las mujeres jóvenes ya están ejerciendo el liderazgo en su lugar de trabajo y.… son capaces de cambiar el mundo.
La historia de cada mujer se refiere al proceso interno e individual para la transformación personal y de sus circunstancias, a fin de contribuir al bienestar de los demás.
Pretenden ser una fuente de inspiración y esperanza para las jóvenes lectoras. Además, esperamos darlas a conocer ampliamente entre nuestra comunidad de la ONU, pues dan testimonio de que las mujeres jóvenes con capacidad de acción superan el sexismo y las normas sociales y actúan como agentes de cambio. De esta manera, abrigamos la esperanza de presentar cómo las mujeres jóvenes están ejerciendo el liderazgo en su lugar de trabajo y, en forma conjunta, son capaces de cambiar el mundo.