Derechos humanos para todos
Los derechos humanos pertenecen a cada uno de nosotros y nadie puede arrebatárnoslos. Nos corresponden por el simple hecho de ser seres humanos.
A partir de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, la humanidad ha aprendido que la paz y los derechos humanos son inseparables y que, como cimientos de la paz, tales derechos deben ser garantizados continuamente. Desde entonces, a través de colaboraciones y cooperaciones internacionales, los países han establecido reglas y sistemas para proteger y promover los derechos humanos como condición fundamental. Sin embargo, aún hay muchas personas –a quienes les roban sus vidas y libertad, quienes son obligados a abandonar sus hogares– que no son capaces de vivir con paz interior y la protección que conceden los derechos humanos.
Crear conciencia sobre los derechos humanos ayuda a que las personas se vuelvan más sensibles en cuanto a defender sus propios derechos y a la necesidad de proteger los derechos de los demás. Fomentar tal conciencia ayuda a prevenir la violación de los derechos humanos; de ahí la necesidad de la educación en derechos humanos. Por esta razón, promover la educación y formar en derechos humanos es el principal enfoque de las actividades de la SGI.
Un eje central de la Soka Gakkai yace en que el cambio profundo en el corazón de una persona puede suscitar cambios en la comunidad, en la sociedad en general y, en última instancia, en el mundo entero. A través de las actividades de sensibilización, la SGI se esfuerza en empoderar a las personas para ser catalizadores del cambio en sus comunidades locales.
La labor de la SGI por la educación en derechos humanos se remonta a 1990. En octubre del mismo año, en su encuentro con el presidente del Congreso Nacional Africano (CNA), Nelson Mandela, Daisaku Ikeda, propuso varias iniciativas relacionadas con la promoción de los derechos humanos: organizar una exposición en torno al tema de los derechos humanos, programar una exposición de fotos sobre el anti-apartheid y patrocinar conferencias abiertas sobre derechos humanos.
Herramientas para la educación en derechos humanos
En 1993 la SGI lanzó la exposición “Hacia un siglo de la humanidad: El panorama de los derechos humanos en el mundo actual”, que se presentó al año siguiente en la oficina de las Naciones Unidades en Ginebra, en colaboración con el entonces Centro de derechos humanos. Más de 500.000 personas, incluyendo estudiantes de primaria, visitaron la exposición en 40 lugares de 8 países, como fuente que apoya el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004)
Desde entonces, la SGI ha desarrollado otras herramientas innovadoras para promover la educación en derechos humanos.
El documental Camino hacia la dignidad: El poder de la educación en derechos humanos, producido conjuntamente entre la SGI, Human Rights Education Associates (HREA) y la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), retrata la educación en derechos humanos en la práctica en India, Australia y Turquía. Mientras que los temas específicos varían en cada caso, transmiten colectivamente el mensaje de que es posible cambiar la sociedad y que tal cambio comienza con la transformación interna de cada ser humano.
La exposición “Transformando vidas: el poder de la educación en derechos humanos” fue creada junto con la coalición de la sociedad civil HRE 2020, el grupo de trabajo de ONG sobre Educación y Aprendizaje en Derechos Humanos y la Plataforma para la Educación y Formación en materia de Derechos Humanos, y gracias a la OHCHR. A la vez que explora los conceptos sobre derechos humanos y la educación en derechos humanos, la muestra de 25 paneles presenta las historias de los efectos transformadores de la educación en derechos humanos y examina lo que pueden hacer los ciudadanos comunes y las organizaciones de la sociedad civil para fomentar la cultura en derechos humanos.
El marco de la educación en derechos humanos
Desde 2001, las ONG han expresado cada vez con más intensidad su defensa por la educación en derechos humanos como una estrategia mundial crucial con vistas a fortalecer el respeto por los derechos humanos. En agosto de 2001, el presidente Ikeda publicó una declaración en la que exigía un marco mundial para la educación en derechos humanos que sucediera el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos. Centrado en influenciar la política global de la anterior Comisión de Derechos Humanos, la SGI continuó intercambiando con numerosas ONGs y otros actores de la sociedad civil y contribuyendo al proceso de aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 10 de diciembre de 2004, de la resolución que proclamó el Programa Mundial para la educación en derechos humanos (2005–) como sucesora del decenio.
Como copresidente del Grupo de trabajo de la ONG en educación y aprendizaje en materia de derechos humanos –un grupo de trabajo del Comité de las ONG para los derechos humanos en Ginebra–, la SGI trabajó junto con otras ONGs para asegurar el proceso de redacción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre Educación y Formación en materia de Derechos Humanos (adoptada en 2011) tuviera en cuenta todas las voces de las ONGs y grupos de la sociedad civil. Hoy en día se considera un documento de referencia siguiendo la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos.
La SGI también se sumó a grupos afines a proponer que los jóvenes sean el foco de la cuarta fase del Programa Mundial para la educación en derechos humanos –una propuesta adoptada por la resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el 27 de septiembre de 2018.
En septiembre de 2018, para contribuir a las metas de esta nueva fase y para conmemorar el 70.º aniversario de la Declaración Universal de los derechos humanos, la SGI lanzó un nuevo sitio web para proporcionar un recurso interactivo de libre acceso dirigido a la gente joven, con la esperanza de que les ayude a reclamar sus derechos y contribuir a un futuro mejor en sus comunidades.
La SGI continuará realizando esfuerzos en pos de la dignidad para todos y en la labor esencial de construir una cultura de derechos humanos.