Mirar hacia la misma dirección: budismo, amor y amistad
Jóvenes miembros de la organización Soka Gakkai en Alemania dialogan con dos personas, que tienen muchos años de experiencia en la práctica del budismo Nichiren, Kimiko Brummer y Yoshi Matsuno, sobre la perspectiva budista del amor y la amistad.
Julius Schuster: ¿Qué significa el amor? ¿Cómo puedo expresar el amor o la amistad? ¿Es posible amar a todas las personas?
Kimiko: Antoine Saint-Exupery, autor de El Principito, dijo una vez: «[A]mar no es mirarse el uno al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección». Creo que es muy cierto. Una relación entre dos personas con valores y convicciones similares tiende a ser más duradera. En un amor verdadero, uno no depende del otro, sino que cada miembro de la pareja da forma a su propia vida.
Respecto a la posibilidad de que amemos a todas las personas, no creo que sea posible. Sin embargo, es una cuestión de semántica. Quizá no se pueda amar a todo el mundo por igual, pero sí se puede valorar a cada persona tal y como es. Esa es nuestra forma budista de vivir. Apreciamos a todos porque la budeidad existe de por sí en la vida de cada ser humano.
Yoshi: Me gustaría hacer referencia a las diferentes concepciones del amor en las tradiciones occidental y budista. En la tradición occidental, existen los términos griegos eros y ágape para describir dos tipos de amor diferentes. Eros significa atracción física, sexual, mientras ágape, alude al amor cristiano al prójimo y desinteresado. Eros es más egocéntrico y se caracteriza por el «te deseo». Ágape se refiere más a «quiero estar a tu lado». Deberíamos contemplar estas diferencias y no confundirlas; a menudo hay malentendidos en las expectativas. En el budismo, hablamos de jihi, un término japonés derivado del sánscrito, que significa «quitar el sufrimiento y la pena, y dar alegría». Así es como entendemos el amor del Buda.
El presidente Daisaku Ikeda dijo una vez que entablar una relación amorosa es como subirse a un coche sin frenos.
Otro aspecto: al amor, en particular al amor adictivo, el Buda lo describe como una de las muchas causas de dependencia. En realidad, deseamos liberarnos a través del amor, pero esta dependencia, por el contrario, no nos hace libres. En mi juventud, también experimenté un amor que era como una gripe. Se pasa con el tiempo.
Cuando hablamos del llamado amor «verdadero» nos referimos al amor desinteresado en el sentido cristiano y budista. Un amor basado en el deseo de la felicidad del otro, en el deseo de ser felices juntos. Pero esto no es tan fácil, y por eso hay tantas novelas del mundo entero sobre amores infelices. Tenemos que pensar detenidamente qué tipo de amor queremos.
Kimiko: En cuanto a enamorarse, me gustaría añadir lo que el presidente Daisaku Ikeda dijo una vez que entablar una relación amorosa es como subirse a un coche sin frenos. Por lo tanto, las mujeres en particular deberían prestar mucha atención a qué automóvil se suben. Ellas tienen el derecho de protegerse a sí mismas. Si un hombre no comprende eso, no hay ningún valor en relacionarse con él.
Por supuesto, esto también es cierto para los hombres, pero lo es especialmente para las mujeres jóvenes.
Marina Andreae: ¿Es el amor la clave de la felicidad? Algunas personas solo quieren tener una relación. Siempre la están buscando, pero como no encuentran a la persona adecuada, se sienten desdichadas. Creen que solo serán felices cuando encuentren el amor.
Kimiko: Las relaciones humanas son muy importantes para nuestra vida. De hecho, nuestros encuentros con los demás condicionan nuestra vida. El amor sin confianza no puede existir. La confianza y el amor van de la mano. La amistad no solo significa que uno se apoya en el otro, sino que cada uno tiene claro para qué quiere vivir con el otro.
Las personas que describes me parecen algo pesimistas y quizá un poco autocompasivas. Pero esa no es la forma de salir adelante. Si tienes amigos o amigas así, puedes animarlos y decirles que levanten la cabeza y digan con toda confianza: «Si no aprecian a una persona maravillosa como yo, ¡ellos se lo pierden, no yo!». Cuando eres consciente de tu propio valor y te aprecias, la situación cambia. La cuestión crucial es si puedes o no quererte a ti misma.
Yoshi: Me gustaría poner un ejemplo sobre el amor infeliz descrito en un sutra. Un joven ve a una hermosa mujer en la copa de un árbol. La desea muchísimo. Así que sube al árbol, pero mientras trepa descubre que las hojas son tan afiladas como cuchillos. Al llegar a la parte superior, él está todo cortado y ensangrentado, pero cuando va a tomar la mano de la chica, de repente ella desaparece. Entonces la ve que está al pie del árbol.
De manera que vuelve a bajar y las hojas le hieren el cuerpo de nuevo. Cuando llega abajo, la joven vuelve a desaparecer y reaparece en la copa del árbol. Este proceso se repite varias veces hasta que, finalmente, el joven muere desangrado. Es una historia cruel, pero su moraleja es que, si el amor consiste solo en el egoísmo, en pensar «la deseo desesperadamente», cuando el motor de uno es la codicia, el resultado es la infelicidad.
Debemos pensar detenidamente si queremos tener un amor feliz o un amor infeliz. Por eso es bueno pedir consejo a mujeres y hombres con experiencia, para tener una segunda opinión, por así decirlo. Ya que en el amor es fácil perder de vista la razón, resulta importante conocer otra opinión; a través de ella tendremos la oportunidad de convertir un amor desdichado en un amor feliz.
Cuando un árbol alcanza un magnífico desarrollo, las personas que están a su alrededor se sienten atraídas por sus bellas y fragantes flores.
Cuando un árbol alcanza un magnífico desarrollo, las personas que están a su alrededor se sienten atraídas por sus bellas y fragantes flores. En los sutras budistas se dice que la «fragancia» de la budeidad se extiende incluso con el viento en contra. Por lo tanto, uno no debería correr detrás de una pareja deseada. Deberíamos ser como el árbol que tiene raíces profundas y florece primorosamente.
La fragancia de esas flores se extiende en todas direcciones y, entonces, muchas personas se reúnen en torno de este árbol, lo que significa que cada uno podrá elegir a quien quiera como pareja.
En general, en las relaciones humanas, creo que es muy importante la franqueza combinada con el respeto por uno mismo. Si eres insegura, esto se transmite y también provoca inseguridad en la otra persona. La confianza y la franqueza hace que los demás tengan un corazón abierto. Por eso la confianza en uno mismo o la autoestima son fundamentales en todos los encuentros. Cuando eres abierta, también es posible que te hagan daño. Pero esta vulnerabilidad es mejor que tener malentendidos más tarde porque diste una impresión equivocada o fuiste demasiado modesta.
Louis Funke: Desde un punto de vista budista, ¿es importante luchar por una amistad a toda costa, aunque haya complicaciones o sientas que ya no funciona más?
Kimiko: No creo que tengas que continuar necesariamente. Puedes decidir por ti mismo cómo quieres afrontarla. Desde el punto de vista budista, el corazón humano puede cambiar con el tiempo, dependiendo de las circunstancias. Puede ser que una situación complicada vuelva a ser positiva, pero también puede suceder lo contrario: incluso las buenas amistades pueden distanciarse. Un buen amigo puede ser como un imán que atrae a los demás. La verdadera amistad se caracteriza por el hecho de que no cambia en esencia dondequiera que estés, cuánto tiempo haya pasado o en qué situación vivas. Es una relación eterna.
En Japón hay muchos terremotos, y, cuando era pequeña, mi madre me decía que, en caso de seísmo, buscara rápidamente un bosque de bambú y me refugiara allí. El bambú crece muy recto, pero bajo tierra las raíces de cada una de las plantas están estrechamente unidas, se aferran a la tierra y se protegen durante los terremotos. La sociedad está atravesando un momento muy difícil, por eso las relaciones humanas son ahora más importantes que nunca. No se puede vivir de forma aislada. Tener amistades es muy relevante; estas deben ser una fuente revitalizadora de inspiración, fortaleza y esperanza. Pero, como he dicho antes, no se puede querer a todo el mundo. Y de la misma manera, quizá no siempre sea posible una relación amistosa. Pero siempre puedes apreciar a la otra persona.
Yoshi: Por supuesto, puede que se distancien o que descubran que, después de todo, no son tan buenos el uno para el otro. Pero deberían pensar detenidamente si quieren separarse. Lo importante es siempre lo que dejas atrás. Idealmente, puedes permitirle a esa persona crear un vínculo con este budismo para que pueda llegar a ser verdaderamente feliz.
Otra cuestión es que más allá de lo que tú o la otra persona decida, pensar en quién tiene razón y quién está equivocado no aporta una/ninguna solución. Resulta aún más importante no caer en un estado de ira. Si te enfadas, ya sea que estabas en lo correcto o no, ¡quien sale peor parado serás tú!
Y una cosa más: nunca debemos sentirnos víctimas. El principio de convertir el veneno en medicina se aplica a todas las situaciones de la vida. Podemos transformar todo lo que ocurre en una fuente de crecimiento en nuestra vida.
Kimiko: El amor no es sólo un sentimiento, sino también una decisión. Cada persona y cada relación son diferentes. Pero lo más importante es: ¿Cómo quiero vivir? ¿Para qué quiero vivir? Esta decisión debe ser muy clara y es el punto de partida de todo.
Yoshi: Me gustaría recomendar a todas las personas jóvenes que construyan siempre una amistad basada en el amor. La amistad lo es todo.
Esta conversación forma parte de una serie publicada en la revista Forum de la SGI de Alemania en la que algunos jóvenes hacen preguntas a los miembros con muchos años de práctica del budismo Nichiren sobre temas relacionados con la vida cotidiana y los desafíos. Lea «Budismo, miedos y sueños», el segundo artículo de la serie.
Deseamos expresar nuestro profundo agradecimiento a Yoshi Matsuno, que falleció antes de la publicación de este artículo.